Si las drogas y los excesos no pudieron con los Rolling Stones durante sus décadas de desenfreno, la contingencia ambiental menos.

La alerta ambiental que el gobierno emitió para que la gente evitara realizar actividades al aire libre y usar el automóvil, no detuvo a los fans ni a la banda que la noche de este jueves ofreció la segunda presentación en el Foro Sol.

Los servicios de transporte colectivo fueron gratuitos por la alerta ambiental, pero los seguidores de los Rolling optaron por el auto. Y aunque se registró una ligera baja en el tránsito de la zona, la aglomeración y la venta de mercancía no cesó.

Como pocas ocasiones se ha visto en conciertos en la Ciudad de México, los revendedores cambiaron su coro de “le sobran o le faltan” por el de simplemente “¿le sobran boletos o le compro boletos?”, quizá debido a que los boletos se agotaron desde hace semanas y hasta ellos buscaban localidades que más tarde revenderían en hasta el doble de precio.

Quienes pensaron que este jueves harían su agosto y se quedaron con las manos vacías fueron los vendedores ambulantes de productos relacionados con la banda, pues hubo un operativo “antipiratería” y les decomisaran sus souvenirs.

Entre las 16:00 y 17:00 horas, personal Ministerial de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra los Derechos de Autor y la Propiedad Industrial (UEIDDAPI), de la Procuraduría General de la República (PGR), y los apoderados legales de la marca de The Rolling Stones en México implementaron un operativo para decomisar mercancía apócrifa en las inmediaciones del Foro. Hasta este jueves, las autoridades aún no tenían el balance del decomiso.