El sodio presente en gran parte de los alimentos aumenta la aparición de concentraciones de minerales en los órganos que funcionan como los filtros del cuerpo.
El consumo en exceso de algunos alimentos lleva a incrementar las posibilidades de que el organismo produzca cálculos renales y cuando estos ya están presentes, son recurrentes los dolores así como diversas molestias que, muchas veces, implican la intervención médica para realizar cirugías puesto que el tamaño de las “piedras” es superior a las cavidades por donde naturalmente deben salir.
Por tal motivo, es importante educar a las personas con respecto a la alimentación que deben seguir para evitar estas afecciones que pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida. Toma en cuenta las siguientes recomendaciones:
-El sodio es sin duda el enemigo de cualquier persona, y más si es propensa a desarrollar estos trozos de material sólido. ¿En dónde se encuentra el sodio o la sal? En la mayoría de los alimentos. Sin embargo, incrementa su contenido en sopas enlatadas, embutidos congelados y carnes frías, en la comida chatarra generalmente.
-Lo más recomendable es revisar la tabla nutricional de cada producto, y detenerse a mirar la cantidad de sodio presente en su composición. En estos casos es recomendable contar con la supervisión de un nutricionista, este profesional te guiará con respecto a las porciones que debes consumir diariamente.
-Evita el consumo de alimentos que contengan gran cantidad de vitamina C y oxalato o sales. Lo ideal es no combinar productos alimenticios con estas características.
-La ingesta de algunos líquidos también influye en la aparición de estos cálculos. Las sustancias que contienen la mayoría de las gaseosas oscuras reducen la concentración de los minerales en la orina ocasionando a la larga la presencia de estas piedras.
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