ESTADOS UNIDOS.- Bien dicen por ahí que siempre hay que andar al tiro, porque nunca sabes cuándo puedes estar en peligro o ser testigo de algo impactante. Aunque quizá algunos exageran con eso de estar alertas en todo el momento. Y eso nos queda claro con el caso de una persona que le habló al 911 por un posible secuestro o asesinato y la policía encontró una peluca.
Sí, esto no lo sacamos de la manga, sucedió en la vida real. Esta es la historia de Toria Townsend, una trabajadora social de 30 años originaria de Massillon, Ohio, Estados Unidos. Resulta que un día común y corriente, esta mujer llegó a su casa y de la nada, le cayeron un par de agentes porque recibieron una llamada donde la involucraban en un secuestro y hasta asesinato.. así como lo leen.
De acuerdo con medios locales, el pasado 13 de junio, Toria quería llegar a su casas y por las prisas, aventó una peluca a la cajuela y ni siquiera se fijó cómo había quedado. Sin embargo, jamás se imaginó que en su viaje de 45 minutos, una persona llamó al 911 (e incluso tomó fotos de las placas y del “cabello”) para alertar a la policía de un posible secuestro o asesinato… sí, pensaba que la mujer llevaba a una persona encerrada en la cajuela.
Como era de esperarse, dos agentes de la policía de Massillon, Ohio, se lanzaron a investigar y llegaron con Toria, a quien le dijeron que se encontraban ahí porque alguien reportó que vio un extraño mechón de cabello que salía de su cajuela, y creyeron que ahí llevaba a alguien en contra de su voluntad.
Como cuando llamas al 911 por un posible secuestro o asesinato y la policía se encuentra una pelucaTodo fue una falsa alarma, pues una peluca fue quien alarmó a la policía/Foto: New York Post
Claro que la mujer se sacó de onda, pero luego la pensó y recordó que se trataba de su peluca. “Jesús mío, ¡es mi peluca!”, gritó Toria en un video grabado por las cámaras de seguridad de su casa y que se hizo viral. Por supuesto que rápidamente corrió a su coche para recuperar la peluca, mientras los policías hicieron lo que cualquiera en esa situación: reírse de lo que estaba pasando.
“La gente no paraba de atracarme y de mirarme mal. Me decía: ‘¿Por qué todo el mundo se ha levantado con el pie izquierdo?”. Sinceramente, me alegro de que la persona llamara. Demuestra lo mucho que se preocupa la comunidad. Cada vez que levantas la vista, no es un buen resultado cuando se trata de una persona de color y un agente de policía. Cuando por fin ves a esa persona bromeando y riendo, es increíble. Los policías fueron muy amables. No hicieron suposiciones”.
Afortunadamente, la mujer dejó de ser sospechosa de un supuesto secuestro o asesinato y todo fue risa y diversión gracias a su peluca. Así que aguas la próxima vez que dejen algo essstraño a la vista, pues nunca saben cuándo los podrían culpar de un crimen gacho.
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