NUEVO LAREDO.- No hay historia más romántica que la del Soldado del Amor, quien en un crucero de Nuevo Laredo espera conquistar el corazón de su amada, armado con un ramo de flores y la esperanza de que este sea el último año que tiene que esperarla.
Es una tradición muy neolaredense que cada 14 de febrero, día del Amor y la Amistad, don Esteban, nombre de este “Soldado del Amor”, esté esperando a que su amada Cecilia vaya y le de el sí.
Y no importa que haga frío, que esté el sol cayendo a plomo o que llueva y relampaguee, don Esteban tiene 28 años acudiendo a la cita y está seguro que su amada pronto estará a su lado.
Ahora ya tiene 58 años y está muy lejos de su pueblito natal, Aldama, Guanajuato. Cuenta que conoció a Cecilia y tuvieron un noviazgo de apenas dos meses y medio, pero fueron suficientes para conquistar su corazón por la eternidad.
“Pues como es 14 de febrero, este es el único lugar donde yo estaría a gusto al 100% es aquí y en ningún otro lugar. Bueno o con ella, con mi amada, con Cecilia y a falta de eso pues aquí”, platicó don Esteban.
Luego de 28 años de esperarla en el crucero de Reynosa y 15 de septiembre, es probable que la siguiente vez esté en alguna de las plazas del centro y esa sería su última vez.
Sabe que es una tradición en Nuevo Laredo y la gente al conocer su historia lo apoya, pero la fama para él es totalmente irrelevante.
“Es obvio (el ramo de flores), es 14 de febrero, es para ella, si viniera se lo regalo. Ni me va ni me viene (el apoyo de la gente), con todo respeto. Simplemente es irrelevante. Lo que yo hago es nadamás para ella”, dijo de manera tajante.
Al pedirle unas palabras para su amada Cecilia en el Día del Amor y la Amistad, él abrió su corazón, como cada 14 de febrero.
“La amo, ya sabe ella, solo que la amo. Tengo la esperanza de que llegue de otra manera no estaría aquí. Estoy esperanzado de que venga a mí, lo cual va a suceder. Estoy seguro”, anheló.
Detalló un poco los inicios de su historia de amor.
“Nuestra relación de novios duró dos meses y medio del 15 de septiembre de 1996, al 28 de noviembre de 1996. Fue una relación corta. Durante ese noviazgo tenía el brillo de amor hacia mí cada vez que iba a visitarla. La veía y me veía y sus ojos eran brillosos. No necesitaba decirme que me ama, porque lo veía en sus ojos”, narró con lujo de detalle.
Sin duda, fue una relación que quedó marcada en el corazón de Don Esteban.
“Yo sigo soltero, no tengo hijos, no me he casado, nunca me he casado y nunca he buscado otra chica porque simplemente sé que en ninguna otra chica vería lo que vi en Cecilia. Es amor por mí en sus ojos”, declamó con nostalgia en su voz.
Sabe que las mejores cosas no son fáciles de obtener y es por eso que la espera que ha tenido que sufrir no significa nada.
“El tiempo de espera es irrelevante cuando hay amor. Podría estar aquí 500 años. Tiene que llegar un final y el final se acerca en algunos de estos meses siguientes y va a ser la última vez que me aparezca públicamente”, sentenció con mucha confianza.
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