A casi un año de haber entrado en vigor la Ley General de Vida Silvestre, la cual prohíbe utilizar animales salvajes en los circos, estos han tenido a bien adaptar sus funciones para poder atraer al público, tanto infantil como al adulto.

De acuerdo con Vladimir Avendaño, responsable de Relaciones Públicas del Circo “Solarys” esta nueva ley afectó a cientos de circenses mexicanos, que en algunos casos se vieron obligados a cerrar de manera definitiva sus funciones.

Debido a que “la función debe continuar” con o sin animales, los circenses han creado nuevas estrategias para el atractivo del público ya sea en la contratación de acróbatas, contorsionistas, payasos o de expertos en la magia.

Redacción: Alma Piña

Imágenes: Héctor Namour