La amenaza que suponen los combatientes europeos que regresan de Irak y Siria no se elimina con su encierro, sino a través de una “respuesta dinámica y basada en una intervención de caso por caso”.
Así lo asegura Michele Coninsx, presidenta de Eurojust, el organismo encargado de coordinar la lucha judicial contra el terrorismo y otros delitos en la Unión Europea. La ex fiscal belga advierte que el encarcelamiento indiferenciado de los que vuelven de Siria tiene consecuencias contraproducentes, ya que las prisiones europeas se han convertido en “caldo de cultivo de terroristas”.
Sostiene que durante el periodo de encarcelamiento, muchos terminan por canalizar su ideología fundamentalista en actos violentos como los registrados recientemente en París y Bruselas. “El retorno de Siria es un problema muy complejo que no puede ser resulto de una manera simplista, se requiere enfrentarlo a través de muchos ángulos y teniendo en cuenta las distintas etapas de la radicalización”, asegura la criminóloga.
Eurojust identificó por primera vez el problema de los combatientes extranjeros en 2012, cuando seis países europeos, entre ellos Gran Bretaña, Francia, Bélgica y Países Bajos detectaron viajes regulares de sus ciudadanos a Irak y Siria. Desde entonces, se habrían sumado a la yihad unos 5 mil europeos procedentes de prácticamente todos los países de la Unión, de acuerdo con Europol.
Luego de reuniones con fiscales encargados de combatir el terrorismo, Coninsx concluyó que la respuesta debe partir de un sistema que clasifique a los individuos de alto, medio y bajo riesgo. Sostiene que los de alta peligrosidad, como es el núcleo duro, los relacionados con la delincuencia, encargados de reclutamiento y recaudación de fondos, así como involucrados en la ejecución de crímenes dictados el Estado Islámico, deben ser encarcelados.
“Los sujetos que tienen intenciones terroristas reales deben ser enviados a la cárcel, porque sabemos que en estos casos la prisión representa un elemento disuasivo”. Pone como ejemplo a Ibrahim el-Bakraoui, uno de los suicidas en Bruselas, quien dejó un testamento en el que dijo sentirse “buscado por todas partes” y no estaba dispuesto a pasar el resto de sus días en la cárcel.
La segunda categoría estaría compuesta por sujetos respecto de quienes hay dudas sobre sus intenciones; y la tercera por aquellos de quienes no hay evidencias de que hayan cometido algún crimen, como las mujeres que viajan para cocinar y prestar servicios médicos a los terroristas en Siria. “Este grupo debe ser vigilado y recibir la oportunidad de tener expectativas de reintegración en la sociedad”.
“Si logramos revertir su radicalización es probable que inspiren a otros a dejar el camino terrorista. Hay que darles a escoger entre las rejas o abandonar el camino del terrorismo”.
Coninsx estuvo en Bruselas para informar a la Comisión de Asuntos del Interior del Parlamento Europeo sobre un documento “confidencial” que trata la situación de los combatientes extranjeros. En su intervención, aseguró que la seguridad de la UE enfrenta una amenaza sin precedentes, al tiempo que reconoció que “falta sentido de responsabilidad y urgencia” para responder de manera colectiva a la alerta.
Sostuvo que Eurojust tiene evidencias del vínculo entre el terrorismo y la delincuencia organizada, la trata de blancas, el tráfico de drogas y el lavado de dinero.