“Que la música siga siendo nuestro único mundo. El suyo y el mío”, fue la frase que Camilo Sesto pronunció el año pasado, tras casi una década de estar alejado del público.
El cantante español se presentaba en Florida Park para ver un documental sobre su trayectoria, en el marco del lanzamiento de álbum “Camilo Sinfónico”.
Muchos consideraron que las palabras sonaban a despedida. Y quizá tuvieron razón. El originario de Alicante tuvo, tiempo después, cálculos renales y en mayo pasado sufrió una fractura en una pierna.
La noche de sábado, tiempo de México, su cuenta oficial anunció su fallecimiento.
Ídolo ochentero, Camilo Blanes (su verdadero nombre), fue intérprete de canciones como “Melina” y “Algo de mí”, siendo asiduo asistente al programa “Siempre en domingo” de Raúl Velasco.
Contemporáneo de Rocío Dúrcal, José José y Juan Gabriel, era considerado parte de las estrellas radiofónicas de América Latina. Con todos tenía una amistad, como quedó asentado en una fotografía en la que aparecen todos sentados en un sillón.
“Era una época en la que íbamos con uñas y dientes a ver quién daba más, todo lo que teníamos, y el público lo agradecía y lo sigue agradeciendo”, dijo en algún momento Sesto.
Fue pionero de musicales en España, financiando él mismo una versión de “Jesucristo Superestrella”.
En sus últimos años de vida se enorgullecía de seguir pintando; compartía que prácticamente no bebía y no fumaba, además mencionaba su gusto por tener mucho contacto con la naturaleza.
El próximo viernes 13 de septiembre estaba marcado en su agenda un gran acontecimiento; sería el lanzamiento de la versión vinilo de “Camilo Sinfónico”. Tenía 72 años de edad.
Se estima que sus producciones han vendido más de 70 millones de copias en el orbe, quedando en la memoria composiciones hechas a Miguel Bosé, Lucía Méndez y Ángela Carrasco.
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