NUEVO LAREDO.- El representante de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) en Nuevo Laredo, David Negrete Arroyo, ha proporcionado información valiosa sobre las recientes lluvias que han impactado la región, destacando los beneficios y las perspectivas para el próximo año.
Durante una entrevista realizada este mes, Negrete Arroyo reveló que en tan solo tres días, la ciudad experimentó 29 mm de lluvia. “Empezó con 1 mm, después con 4 mm, hubo 24 mm, o sea, 2 pulgadas”, detalló. Aunque este fenómeno contribuyó a un total acumulado de 38 mm en el mes, el representante señaló que las lluvias son de tipo “Chipi chipi”, saturando el suelo de humedad y generando beneficios significativos para la agricultura y la vegetación local.
Negrete Arroyo explicó que, a pesar de que las presas no se han visto tan favorecidas por estas precipitaciones, la elevación del Río Bravo ha experimentado un aumento de 10 cm, situándose en condiciones normales. “Estamos en condiciones normales, no hay de qué preocuparse simplemente, son pequeños escurrimientos”, aseguró.
En cuanto al panorama general del año 2023, el representante de la CILA señaló que aunque no se puede considerar un año de sequía debido a la lluvia registrada, sí admitió que las precipitaciones no se han ajustado a los tiempos esperados. “Estas lluvias las esperábamos en septiembre y están en noviembre”, afirmó.
Negrete Arroyo expresó su optimismo de que las lluvias continúen en los últimos dos meses del año, a pesar de que aún estamos en la temporada de huracanes. “No se descarta la posibilidad, aunque son mínimas”, dijo.
En resumen, las recientes lluvias en Nuevo Laredo han brindado alivio a la región, especialmente en términos de humedad del suelo para la agricultura. La CILA se mantiene cautelosamente optimista sobre las perspectivas climáticas para el cierre de este año y espera que las condiciones beneficiosas persistan en el futuro cercano.
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