NUEVO LAREDO.-Representantes del Ayuntamiento, albergues de migrantes, autoridades eclesiásticas que atienden el problema, y cuerpos de auxilio participaron en una reunión para tratar la situación de los más de 300 ciudadanos cubanos que están quedado varados en la ciudad luego de que se les impidió la entrada a Estados Unidos, tras la derogación de la política “pies secos, pies mojados”.

Rodolfo Garza Benavides, director de Gobierno, dijo que para evitar accidentes y otras afectaciones, buscarán la reubicación de los isleños que han tomado la esquina de Guerrero, frente al Puente Internacional Puerta de las Américas, y a un nuevo espacio.

“Solicitamos se reubiquen en un nuevo espacio, posiblemente en la plaza Juárez, para que hagan el proveimiento de los alimentos, vemos que en la calle cerca del Puente 1, se genera un caos vial y queremos resolver ese problema para evitar un accidente”, dijo Garza Benavides.

El funcionario sostuvo reunión con autoridades eclesiásticas que atienden el problema migratorio de cientos de cubanos.

“Nos interesa establecer claramente la forma en que ellos pueden proveer sus servicios, necesitamos sea en forma ordenada, con respeto a las leyes y reglamentos del municipio, para no afectar a terceros ni a la ciudadanía”, expresó Garza Benavides.

El  Director de Gobierno ofreció servicios de emergencia y salud en caso que los requieran.

Sostuvieron reuniones con el Instituto Tamaulipeco para el Migrante y con algunos cubanos en la vía pública, sin embargo, hasta el momento no tienen la cifra exacta de extranjeros porque continúan arribando más, pero se tiene una cifra aproximada de 350 personas.