Nuevo León.- Ángel Orlando, de 8 años, se soltó de la mano de su mamá, se perdió por unos 40 minutos, pero unos mensajes de Whatsapp lo salvaron.

La serie de mensajes que se enviaron vecinos de la Colonia Colinas de San Jerónimo sirvieron para que muchos salieran de sus casas y localizaran al menor sano y salvo.

La angustia de su mamá Priscila Judith Castillo se esfumó cuando volvió a ver a su hijo.

La Policía de Monterrey informó que a las 18:30 horas, el niño, que padece autismo, se soltó de la mano de su madre cuando caminaban por la calle William Backer.

En esa zona, la mujer y el menor pedían ayuda de casa en casa ante la pérdida de trabajo, pero Ángel Orlando se perdió de la vista de su mamá y comenzó a correr entre las calles.

Para ella fue imposible encontrarlo y fue cuando interceptó a una patrulla que pasaba por la zona.

El informante dijo que el chat que vecinos tienen en coordinación con la corporación policiaca se activó de inmediato.

Esto provocó que los residentes salieran de sus casas y se coordinaran para encontrar al niño, de 8 años.

Fue en Séptima Avenida y Privada Moncayo, en Residencial Colinas, donde un vecino lo encontró y lo retuvo.

La fuente dijo que el hombre avisó por un mensaje en el chat para asegurar que el menor estaba con él y estaba a salvo.

Ángel Orlando se reencontró con su madre 40 minutos después.

Al final, se informó, los vecinos reunieron víveres para ayudar a la madre e hijo, quienes fueron trasladados a su casa en San Bernabé, al norte de Monterrey, en una Unidad de Atención a Víctimas de Violencia Familiar, de la Dirección de Prevención Social del Delito, de esta corporación de esa corporación.