ESPAÑA.- Una semana negra fue la que vivió el Real Madrid. Apenas el miércoles, los merengues cayeron por humillante 0-3 en las Semifinales de Vuelta de Copa del Rey ante Barcelona. Y esta tarde, los culés volvieron a profanar el Estadio Santiago Bernabéu al triunfar por la mínima diferencia.
Esta victoria perfila al cuadro blaugrana hacia el campeonato de LaLiga, pues tras 26 jornadas llevadas a cabo suman 60 unidades, por ende, le sacan 10 puntos de ventaja al Atlético de Madrid y 12 al que fue su rival de esta Fecha.
La anotación con la cual la visita se llevó el dulce cayó al minuto 26, cuando Iván Rakitic definió como los dioses una pelota fritada, pues con sutil vaselina la mandó guardar ante los esfuerzos inútiles de arquero y zaga madridista.
Como no podía ser de otra manera en una batalla protagonizada por estos colosos del balón, la polémica se hizo presente antes de que las escuadras se fueran a las regaderas, toda vez que Lionel Messi recibió un manotazo de Sergio Ramos que bien pudo haber valido la cartulina roja.
La segunda mitad registró la misma dinámica de su antecesora, con un Barcelona tratando de mantener la tenencia de la bola y un Madrid que intentó, sin mucha imaginación, devolverle la paridad al electrónico con acciones individualas.
Aunque Isco ingresó para hacer pareja con Marco Asencio en aras de buscar profundidad y un mayor volumen de juego, estos nunca se vieron peligrosos, vamos, ni siquiera Vinicus Jr. sorprendió tanto como lo hizo a mitad de semana; mientras que, en la acera de enfrente, cuando Messi se ponía en modo “Messi” la portería blanca temblaba, pero no hubo tiempo para más y así quedó dibujado el 0-1 en la pizarra.
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