Tras la indignación que provocó Bárbara de Regil al utilizar de manera despectiva la palabra “prieta” en uno de sus enlaces en redes sociales, luego de unos días de silencio, la influencer rompió el silencio para defenderse de quienes la acusan de “racista”.
La crítica a la luminaria se ‘encendió’ cuando en uno de sus videos estaba utilizando unos filtros de color para verse mejor, pero al mirar uno que la hacía ver no tan bien, desde su perspectiva, utilizó la palabra “prieta”, para mostrar su desagrado. El calificativo en México suele ser empleado para referirse de manera despectiva a las personas de piel morena.
Hace unas pocas horas, a través de sus historias de Instagram, decidió romper el silencio y respondió al tema, cuando le preguntaron si es racista, fue así que explicó lo acontecido: “Entiendo perfecto que estamos viviendo un momento sumamente difícil en cuanto al racismo, lo entiendo y me duele mucho, porque yo no soy racista. La gente que me conoce y ha seguido mis redes desde siempre, sabe el ser humano que soy”.
Insistió que el adjetivo era para referirse solamente a ella y no que ofendiera a otras personas. “(Lo que dije) es exactamente como si mi mamá se viera al espejo y dice: ‘¡Ay, qué gorda! ¡Qué horror!’ Y mi tía María, que está al lado, dice: ‘Oye, ¿cómo te atreves a ofenderme?’ Mi mamá le diría: ‘Oye, yo no te estaba ofendiendo a ti, yo estaba hablando de mí'”.
Así, desde su punto de vista, enfatiza que no ofendió a nadie “y sin embargo a mí sí me han ofendido directamente, pero está bien, cada día aprendo más a cuidar mis palabras”.
Cabe decir, antes de su desafortunado comentario, Bárbara ya había causado polémica al expresarse sobre cómo solucionar la violencia familiar.
“He visto unos comerciales en la televisión en donde hablan sobre la violencia hacia la mujer, las violencias que hay ahorita en las casas y en ese comercial dicen que una manera de relajarte y no entrar en ese enojo es que respires hasta diez y tienen toda la razón hay que respirar profundo”, dijo.
“Si tú estás en una casa en donde vives violencia, gritos, golpes, te pido que a esa persona que te golpea, que te humilla, que te insulta, le pidas con todo tu corazón que te trate como le gustaría que lo traten o como le gustaría que la traten”, continuó.
Este caso llegó a tanto, que la periodista y escritora, Lydia Cacho, le envió un fuerte mensaje: “La ignorancia debe tener límites. Están en ese rincón en que una mujer, niña o niño están, en este instante, mirando aterrados a su agresor que se cree su propietario y sería capaz de asesinarles. Bárbara: alimenta el cerebro también, el cuerpo no lo es todo”.
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