MICHOACÁN.- El recién elegido alcalde del municipio de Buenavista Tomatlán, en Michoacán, ha sido asesinado a tiros la tarde de este viernes. Eliseo Delgado Sánchez, representante de Morena y el Partido del Trabajo en esta localidad de Tierra Caliente, se había reunido con su equipo de transición en un restaurante frente al Ayuntamiento. Un grupo armado irrumpió en el local y lo acribilló a balazos. El que iba a ser el próximo alcalde de Buenavista falleció dentro del establecimiento.
El actual regidor Jorge Soto Castillo, electo en el 2016, responsable de Ecología y Desarrollo Rural, ha resultado también herido y ha sido trasladado al hospital. Los presuntos agresores huyeron en un vehículo y ninguno ha sido detenido todavía.
Con este nuevo asesinato suman ya seis los atentados contra candidatos a alcaldes en la zona desde que dio comienzo el proceso electoral. Entre las víctimas se encuentran Alejadro Chávez Zavala (candidato del PAN para la alcaldía de Taretan), Omar Gómez Lucatero (candidato a la alcaldía de Aguililla, independiente) y Fernando Ángeles Juárez (candidato a la alcaldía de Ocampo, del PRD), además del intento de asesinato al candidato del PRI a la alcaldía de Tangancícuaro, Miguel Amezcua Mazo, según informa la prensa local.
Los políticos que se han disputado los cargos locales, como diputaciones y alcaldías, han sido el eslabón más vulnerable ante la violencia en la campaña y, como se observa ahora, durante la transición. Se han registrado más de 400 agresiones a políticos y candidatos desde septiembre del año pasado, según la consultora Etellekt. Los ataques han involucrado a militantes de todos los partidos políticos y en prácticamente todas las regiones del país. Este viernes ha sido también asesinado el excandidato a regidor de Morena en Tlaquepaque (Jalisco), Zenón Cocula Fierros.
La Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC), tras un recuento de presidentes municipales y exediles asesinados, ha identificado a Michoacán como una de las cuatro zonas de mayor riesgo para los políticos en el país. Los Estados vecinos de Guerrero y Oaxaca, en la costa del Pacífico, así como Veracruz (en el golfo de México) completan la lista de los más peligrosos.
Los ataques contra los candidatos se concentraron en los municipios más pequeños: 110 de 130 agresiones ocurrieron en municipios de menos de 50.000 habitantes —como Ocampo, Aguililla o Taretan—, de acuerdo con la ANAC. La violencia también predomina en las comunidades con menos recursos: 87 de 130 ataques han sucedido en municipios con menos de 200 millones de pesos (10 millones de dólares) de presupuesto. México, que viene de batir prácticamente todos los récords de homicidios el año pasado, cerraba este 1 de julio una de las elecciones más violentas de su historia. Y todo apunta a que, una vez cerrado el proceso electoral, la violencia no se detiene.
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