Arrecia crisis hídrica en Tamaulipas; miles padecen desabasto

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CD. VICTORIA.- En medio del proceso electoral más importante de la historia otro tema ha cobrado mayor relevancia por su impacto directo en la población: la crisis del agua se ha agravado en los últimos días al punto de mantener casi sin abasto a una zona conurbada que tiene más de 800 mil habitantes.

Desde hace una semana, la Comapa Sur y la Secretaría de Recursos Hidráulicos informaron que la situación del sistema lagunario que abastece a buena parte de Tampico, Madero y Altamira llegó a puntos críticos, por lo que comenzaron a brindar el servicio de manera intermitente para llevar a cabo acciones que permitan mejorar el abasto durante el resto de la temporada de estiaje.

Todavía ayer, hay sectores de los tres municipios donde solo reciben agua dos horas al día y con muy bajas presiones, por lo que se ha disparado la demanda de pipas que no se dan abasto.

Ayer mismo, la Comapa Altamira confirmó que suspenderá el servicio para las industrias, para garantizar el abasto en los hogares.

Durante muchos años, especialistas advirtieron que el llamado Día D llegaría, y que no se estaba haciendo lo necesario para garantizar que la población no se quedara sin agua.

Son ocho años consecutivos que en Tamaulipas no llueve lo suficiente como para recargar ríos, presas, ni mucho menos sus mantos freáticos, siendo esta una de las sequías más prolongadas y devastadoras de las que se han registrado en el Estado a través de su historia.

Debido a la falta de precipitaciones, es que no existe aforo alguno en los gastos de los ríos del Estado, pues no hay escurrimientos que puedan generar una medición para poderse registrar por parte de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).

Tamaulipas está en una etapa crítica de estiaje, definición que se brinda cuando los ríos no tienen escurrimiento alguno que pueda ser medido.

El caso del sur del estado es el más alarmante por el momento, pues el sistema lagunario se quedó prácticamente sin agua debido a la falta de gasto aportado por el río Tamesí, que más al norte lleva el nombre de Río Guayalejo.

Esto, se debe a las condiciones climáticas, al constante saqueo del que ha sido objeto esta cuenca, por lo que la Comisión Nacional del Agua y el Gobierno del Estado, desplegaron un operativo para evitar estas “fugas” y procurar llevar agua desde El Nacimiento en Mante, hasta el sistema lagunario de Tampico, por más de 160 kilómetros de distancia.

El titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social en Tamaulipas, Raúl Quiroga Alvarez, recordó que el 2023 no fue para nada un buen año hidráulico, y aunque se presentó un temporal de marzo a mayo donde se registraron aportaciones pluviales marcadas, no fueron suficientes para elevar los niveles de nada.

Y es que fue el año más seco en los últimos 39 ya que faltó de llover un 31 por ciento de lo que debe de registrarse anualmente en Tamaulipas, que son 790 milímetros de precipitación conforme a la media estatal.
Pero solo cayó el 69 por ciento de esos 790 mm.

Dicho porcentaje corresponde a 545 milímetros de lluvias, faltando entonces 245 milímetros para llegar al promedio anual.

Por tanto Quiroga Alvarez concluyó que de las últimas 4 décadas, este año ha sido de los peores para Tamaulipas.
“El registro de lluvias en el año 2023, fue del orden de 545 milímetros que representa el 69% del histórico de 790 milímetros en el Estado de Tamaulipas, siendo uno de los años con menos lluvias en el periodo reciente de 39 años (1985-2023)”.

Entre los daños ocasionados por la escasez de lluvia, fueron pérdidas generales en más de 300 mil hectáreas a nivel Estado en los meses de enero a diciembre, cientos de muertes de cabezas de ganado por falta de comida y falta de agua para beber, al igual que daños más de 300 hectáreas quemadas por incendios forestales, también, una intensificación en el tandeo de la red pública del municipio de Victoria.

Las escasas lluvias registradas en el centro del estado, la evaporación y el aumento en la demanda de agua potable han provocado una constante disminución en el nivel de la presa Vicente Guerrero, principal fuente de abastecimiento para la capital.

Según el reporte del Organismo de Cuenca Golfo Norte de la Comisión Nacional del Agua (CNA) de este viernes 17 de mayo, el embalse ubicado en el municipio de Padilla se encuentra a un 8.4 por ciento de su capacidad de llenado, comparado con el 12 por ciento registrado a principios del 2024.

La presa Vicente Guerrero actualmente almacena 327.12 millones de metros cúbicos de agua, una cifra preocupante para las autoridades y la población local.

Esta situación se replica en otras partes del Estado.

El Sistema Lagunario del sur del Estado, que abastece a la zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira, se encuentra al 8.6 por ciento de su capacidad, con un almacenamiento de apenas 58.20 millones de metros cúbicos de agua.

Otra presa con niveles críticos es la Ramiro Caballero, en el municipio de González, que está al 10.8 por ciento de su capacidad con 61.01 millones de metros cúbicos de agua. Asimismo, la presa Emilio Portes Gil, en el municipio de Xicoténcatl, se encuentra al 20.5 por ciento, con un llenado de 47.32 millones de metros cúbicos de agua.

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