La llamada cuesta de enero de 2022 será más pesada que en años anteriores, dado que se conjugan varios factores: alzas en energéticos (electricidad, gas y gasolina), incrementos de precios en productos básicos, aumento en el predial y uno que tendrá un impacto en el bolsillo de las familias, el impuesto (IEPS) a las bebidas y refrescos.
Jorge Moreno, catedrático y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), señaló que la cuesta de enero del 2022 tendrá una inflación que dista mucho de estar controlada en el corto plazo, además de incrementos en la tasa de interés derivado de la incertidumbre y el manejo de la política monetaria de Banco de México harán que el crédito ahora sea caro.
Aunque no hay una estimación concreta para el 2022 sobre el nivel en que se ubicará la tasa de inflación en Nuevo León, éste sin duda será elevado y complicará mucho el gasto familiar, pues el incremento en el predial vendrá a dificultar el presupuesto.
“El aumento en el predial es un golpe adicional a la economía de los hogares que resulta de diversas causas, por ejemplo, la incapacidad de generar ingresos por parte del estado y municipios”, indicó el economista.
El aumento en el predial en los diferentes municipios de Nuevo León va desde el 19 hasta el 50 por ciento, dependiendo de la localidad.
“El incremento en los valores catastrales representará un peso adicional a la pesada cuesta de enero”, enfatizó.
Y es que los mexicanos y los nuevoleoneses recibirán el 2022 con incrementos en precios de la canasta básica y algunos de ellos empezaron a resentirse desde noviembre y diciembre.
Uno de ellos es el aceite, que hace un año rondaba los 30 pesos, mientras que en 2021 se ubica en casi 50 pesos por litro, y la manteca vegetal, que de los 35 pesos pasó a los 60, en promedio.
Además el chile serrano ronda los 80 pesos, las tortillas tienen un costo de 22 pesos por kilo y los refrescos actualmente se ubican entre los 25 y 38 pesos.
Asimismo, el aumento de los combustibles se ha dejado sentir en las últimas semanas e incluso el litro de gasolina Magna ronda los 21 pesos, mientras que la Premium cuesta hasta 24.09 pesos.
Moreno consideró que es muy difícil decir que la tendencia actual en los niveles de precios regrese a aquellos niveles objetivos que tenía Banco de México de 3.5 por ciento anual; en particular, para el área metropolitana de Monterrey.
Enfatizó en que esto se debe a que los precios de los energéticos son parte importante del gasto de los regiomontanos, que se han estado moviendo y presionando la inflación y difícilmente se estabilizará a niveles que se tenían previos a la pandemia de covid-19.
“Por tanto, las expectativas de inflación son superiores al 5.0 por ciento para el próximo año, la inestabilidad y también la incertidumbre que se vislumbran en la gubernatura del Banco de México contribuyen a que las expectativas inflacionarias para el próximo año no disminuyan”, indicó Moreno.
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