CIUDAD DE MÉXICO.- La bandera de México volvió a ondear en un podio gracias a Alexa Moreno. La gimnasta se colgó el bronce en el salto de caballo en la Copa del Mundo de Bakú, en Azerbaiyán, un resultado que resume el empeño y la mentalidad positiva que la atleta mexicana ha desarrollado en los últimos años.
Su meta de ir a Tokio 2020 sigue firme.
Como a cualquier otro deportista de alto rendimiento, las dudas han atacado a Moreno Medina. Un sinfín de entrenamientos con exigencia al tope, competencias que implican gastos mayúsculos y viajes que parecen interminables, el estar lejos de su familia y otros seres queridos, además de las ofensas y descalificaciones que sufrió durante y después de los Juegos Olímpicos de Río 2016, la han hecho tambalear, pero como en la viga de equilibrio, Alexa recuperó el control y se enfocó en concluir la prueba.
Los comentarios que se hicieron costumbre en la justa olímpica brasileña la descalificaban por no “tener el cuerpo de una gimnasta” y por “estar pasada de peso”.
Las burlas y ofensas llegaron hasta ella. Leyó varias, pero no contestó a ninguna. Parecía que Moreno sencillamente dejaba pasar esos comentarios, pero en una entrevista con la BBC, aceptó: “me sentí triste, sí me dolió, no soy un robot que no siente. En un punto llegué a creer que de verdad no me veía tan bien, pero luego pensé en que los que hablaban así de mí no me conocen. No cometí ningún error grande y de hecho fue una sorpresa que me fuese tan bien en todas las disciplinas, porque piso y salto son mi especialidad”.
Hoy, Alexa cuenta con dos medallas de la Copa del Mundo, pero la meta del año es clasificar a los Olímpicos de Tokio 2020, para lo que requiere destacar en sus dos siguientes pruebas: los Juegos Panamericanos de Lima (de julio a agosto) y el Campeonato Mundial de Gimnasia en Stuttgart, programados en octubre.