CIUDAD DE MÉXICO, julio 15 (EL UNIVERSAL).- El presidente de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, abrió la puerta a dialogar con el PRD para las elecciones de 2018.
En entrevista, condicionó el acercamiento, que había rechazado desde la fundación de su partido, a que los perredistas se deslinden de pactos con el gobierno federal, así como del PAN y PRI, que pertenecen “a la mafia del poder”.

A la pregunta sobre si el perredismo resuelve ir en alianza con la izquierda y no con el PAN, respondió: “Si el PRD mantiene una clara distancia con el régimen, podríamos analizar el sentarnos a platicar”, dijo, y si hay una intención verdadera de transformar al país.

De las negociaciones gobierno-maestros, dijo que sólo debe modificarse la reforma educativa, en periodo extraordinario del Congreso, antes del próximo 1 de septiembre, pues derogarla sería la claudicación del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, y eso no conviene a nadie.

“No queremos construir el nuevo México a partir de escombros, tiene que haber autoridad, y tenemos que llegar a 2018 con estabilidad”, dijo, y aclaró que en un posible cambio a la ley se debe escuchar, ahora sí, a todos los sectores involucrados.

El ex candidato presidencial también se pronunció por liberar a los maestros de la CNTE encarcelados y por “serenar al país”.

Dijo no confiar en el Instituto Nacional Electoral (INE) porque no representa a la democracia, y sólo en la gente, por eso ya organiza ciudadanos para vigilar la elección de 2018; afirmó que de ganar sólo gobernará seis años, ante los rumores de que podría extender su mandato.

El jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera, dijo al respecto que la alianza de la izquierda no debe ser condicionada. “Las convocatorias deben ser sin condiciones”, afirmó.
Por su parte, el senador perredista Luis Sánchez vio con agrado el cambio de actitud de López Obrador.