Dallas.-Fin de temporada en la NBA. La competición regular está llegando a su fin, pero quizá más importante fue el cierre que la liga ofreció este miércoles a uno de los culebrones de este año en el baloncesto: la salida de Luka Dončić de los Dallas Mavericks.
El fichaje de febrero marcó un antes y después la historia reciente de este deporte. La estrella eslovena de 26 años, hoy con los Lakers de Los Ángeles, volvió a la que alguna vez fue su casa para decir adiós.
Dejó en su despedida otra gran actuación con 45 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias en una victoria (112-97) que afianza la tercera posición en la conferencia de los angelinos.
Como se esperaba, fue una noche de emociones intensas. Dončić salió cariacontecido a la cancha para calentar.
Era su primer juego en Dallas vestido con el uniforme amarillo, aunque ya los había derrotado en su nueva casa en febrero. Abrazó tímidamente a su excompañero Klay Thompson y se dio cuenta de que las miles de butacas del estadio American Airlines estaban cubiertas con camisetas. Estas decían “Hvla za vse, Luka”, “gracias por todo” en esloveno.
Los sentimientos afloraron al máximo minutos después, cuando se dieron a conocer las alineaciones del encuentro. Los Mavericks reprodujeron un tributo en video de los cinco años y medio que pasó allí el escolta, quien fue reconocido en 2019 como novato del año.
Las imágenes provocaron las lágrimas de la estrella, quien pidió una toalla para ocultar su rostro. Ya era demasiado tarde, las imágenes de un Dončić conmovido habían sido capturadas por las cámaras.
Se emitieron en todos los informativos deportivos de la jornada. “Nunca he visto emociones así”, dijeron los analistas de ESPN.
El tiempo para la sensibilidad terminó una vez que los árbitros pusieron en marcha el partido.
El europeo volvió a mostrar sangre fría en el arranque e interés por mandar un mensaje a los miles de espectadores, quienes pagaron hasta diez veces en la reventa por ver una vez más al ídolo que se fue.
Este no decepcionó. Dončić anotó 31 puntos en 18 minutos de juego de la primera mitad, encestando seis de ocho triples. Es la primera vez como jugador de los Lakers que se fue al descanso con 30 puntos o más.
Los Lakers jugaron en sintonía absoluta. LeBron James, Austin Reaves y Rui Hachimura tenían claro que la noche era de nadie más que de Dončić. Lo ayudaron a brillar con un ágil movimiento de balón que perfila la buena forma en la que llegan a los playoffs.
Reaves, quien se ha vuelto imprescindible para el equipo en la recta final, tuvo una noche discreta con 11 puntos.
Se apuntó un mate en el segundo periodo que hizo que sus compañeros se llevaran las manos a la cabeza. James fue el segundo mejor anotador, con 27 puntos.
Dončić fue expulsado el martes por una doble falta técnica en el juego contra Oklahoma City Thunder, los líderes indiscutible del Oeste. La NBA reconoció que un árbitro juzgó equivocadamente la jugada, en la que el esloveno se burló tras un punto.
No dirigió la puya al referí, sino a un espectador rival. El error fue subsanado, lo que preparó el terreno para la noche que de este miércoles en Dallas. Dončić ha empatado su máxima anotación de la temporada (la pasada fue en marzo frente a los Bucks).
“Todo esto me ha hecho llorar. Llegué cuando tenía 18 años, era un niño. No sabía qué esperar de la NBA y los Mavs me hicieron sentir como en casa. Así que tuve muchos grandes recuerdos aquí”, aseguró el 77 en una entrevista tras el encuentro. Los Lakers enfrentan el viernes a Houston, número dos de la conferencia. Cierran la campaña regular el domingo frente a Portland, que ya ha sido eliminado.
Todo el partido fue jugado con pancartas que mostraban el cariño al esloveno y entre gritos de “¡Fire Nico!”, con los que se pedía el cese de Nico Harrison, el gerente de Dallas y artífice del fichaje.
Para los aficionados de los Mavericks, Harrison es el gran villano de la historia. A la salida de Dončić siguieron cientos de cancelaciones de bonos de la temporada, exigencias de que se vendiera el equipo y repetidos gritos de repudio al ejecutivo, que ha seguido la acción de esta noche desde los túneles que llevan a los vestidores.
Dallas se jugaba el pellejo esta jornada. El equipo recibió en el fichaje del 2 de febrero a Anthony Davis, el pívot sobre el que recae ahora la principal responsabilidad de que el equipo no sea eliminado el mismo año en que han perdido a su gran estrella.
Dallas conquistó la conferencia el año pasado impulsado por su antiguo ídolo. Hoy lucha por mantenerse con vida en la décima posición y calificar al Play-In que se disputará el martes y miércoles de la próxima semana. En los próximos días se medirá a Toronto (eliminado) y a los Grizzlies, quienes todavía están en la pelea por los playoffs.
Los Nuggets ganan sin Michael Malone
Los Nuggets de Denver han roto una racha de cuatro derrotas consecutivas con un importante triunfo frente a los Sacramento Kings (124-116), quienes están en la novena posición del Oeste. Nikola Jokić logró su triple doble número 33 de la temporada (20 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias).
Es la primera victoria que la franquicia logra en una década sin Michael Malone, el entrenador que la organización despidió este martes de forma sorpresiva.
El equipo pareció mandar una señal desde la cancha: Christian Braun anotó 25 puntos; Michael Porter y Aaron Gordon tuvieron 21 cada uno en su cuenta. Jamal Murray sigue lesionado y su vuelta promete llevar a los campeones de 2023 a pelear arduamente en los playoffs.
La advertencia más clara la dejó Jokić, quien pide no dejarse llevar por los momentos turbulentos que viven en Colorado: “La bestia siempre es más peligrosa cuando es más vulnerable”.
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