WASHINGTON.- Las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos están mostrando una notable división de género en el electorado, que se perfila como un factor decisivo en esta contienda electoral.
Según France 24, mientras el candidato republicano Donald Trump mantiene una considerable ventaja entre los hombres, la demócrata Kamala Harris lidera de forma similar entre las mujeres.
Esta brecha de género, cada vez más evidente, es un reflejo de cómo los temas, valores y enfoques de cada campaña están impactando de manera distinta, lo cual ha llevado a ambos candidatos a centrarse en movilizar votantes de su género objetivo.
Como destacó Katherine Tate, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Brown a France 24, “el voto femenino será decisivo en estas elecciones”, y los esfuerzos por asegurar estos votos son más visibles que nunca.
A finales de septiembre, una campaña peculiar y anónima comenzó a captar la atención en redes sociales. Se trataba de una serie de notas adhesivas que animaban a votar por Kamala Harris, las cuales aparecían pegadas en baños, cajas de tampones y bolsas de pañales en lugares públicos, según informa France 24.
Estas notas estaban dirigidas a mujeres en zonas conservadoras, o “estados rojos”, de Estados Unidos, en un intento de movilizar a aquellas que podrían sentir presión social o familiar para votar por Trump.
Cada nota comenzaba con un mensaje como “De mujer a mujer” y recordaba que “nadie ve tu voto en las urnas”, antes de culminar con un llamado a apoyar a “Harris/Walz 2024”.
Esta campaña, descrita como “de susurros”, tiene el objetivo de conectar de manera personal y privada con mujeres en contextos tradicionalmente republicanos, que tal vez teman represalias o desaprobación de sus parejas o familiares por votar de forma distinta.
Las encuestas reflejan esta división de género en las intenciones de voto. Los sondeos de la Universidad Quinnipiac revelan que Harris lidera entre las votantes femeninas, mientras que Trump retiene una considerable ventaja entre los votantes masculinos.
La diferencia no es nueva, pues históricamente las mujeres han tendido a apoyar a los candidatos demócratas en mayor medida que los hombres, aunque en los últimos años esta brecha se ha ampliado de manera significativa.
Según France 24, esta tendencia es especialmente evidente entre los votantes más jóvenes. Una encuesta reciente de ABC/Ipsos publicada el 27 de octubre muestra que el 66% de las mujeres de entre 18 y 39 años planea votar por Harris, frente al 32% que apoya a Trump. Sin embargo, entre los hombres de este mismo grupo de edad, el 51% prefiere a Trump, mientras que solo el 46% votaría por Harris.
Esta diferencia de preferencias entre hombres y mujeres jóvenes no era tan pronunciada en elecciones anteriores y parece haberse intensificado en los últimos años.
El cambio de valores y roles de género en la sociedad estadounidense también ha jugado un papel importante en cómo los candidatos han diseñado sus campañas. Como lo explica France 24, Trump se presenta como un protector tradicional, apelando a los hombres que creen que la masculinidad está siendo cuestionada en la cultura actual. Su discurso, en el cual se refiere a sí mismo como un “guerrero” y “vengador”, busca captar el apoyo de aquellos que valoran un enfoque más individualista y autoritario.
En un mitin de campaña en Indiana, dirigido especialmente a mujeres, afirmó: “Seré su protector”, sugiriendo que con él las mujeres estarán “felices, sanas, seguras y libres”, lo cual parece evocar una narrativa de masculinidad tradicional en la que los hombres asumen el rol de protectores.
Esto ha resonado particularmente entre votantes masculinos jóvenes, que según John Della Volpe, director de encuestas del Instituto de Política de Harvard, perciben que la cultura contemporánea critica su identidad de manera constante.
Por otro lado, Harris adopta un enfoque diferente y desafía los estereotipos tradicionales. Su compañero de fórmula, Tim Walz, representa una figura de masculinidad más inclusiva y moderna, definida por valores como la empatía y el apoyo mutuo en lugar del autoritarismo.
En palabras de Ellen Kountz, autora y decana del departamento de finanzas en la escuela de negocios INSEEC, “Kamala está rodeada de hombres fuertes, pero no machistas”.
Este contraste puede verse, incluso, en cómo Harris ha abordado temas controversiales como la posesión de armas.
Según Kountz, Harris rompe con los códigos tradicionales al admitir públicamente que es dueña de un arma, lo que desafía los estereotipos sobre las mujeres negras en política.
Con la elección a solo una semana de distancia, y con márgenes de ventaja extremadamente estrechos, esta brecha de género podría ser el factor que decida el resultado.
Para la encuestadora demócrata Celinda Lake, como explicó a Vox el 26 de octubre, la clave para la victoria de Harris será ganar el apoyo de las mujeres por un margen mayor al que pierda entre los hombres, un enfoque que la campaña demócrata espera que incline la balanza a su favor en esta histórica contienda.
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