Fráncfort.- El Banco Central Europeo (BCE) bajó los tipos de interés en 0.25 puntos, hasta el 4.25%, en el que es el primer recorte desde marzo de 2016 y que llega casi dos años después del inicio del endurecimiento de su política monetaria para combatir la inflación.
El Consejo de Gobierno del organismo, que se reunió el jueves en Fráncfort, también ha decidido recortar en un cuarto de punto la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día-, hasta situarla en el 4.5%, y la facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día-, hasta el 3.75%.
El BCE argumentó que, después de evaluar las perspectivas de inflación, la dinámica de la subyacente y la intensidad de la transmisión de sus decisiones a la economía, es “apropiado moderar ahora el grado de restricción de la política monetaria tras nueve meses en los que los tipos de interés se han mantenido sin variación”.
Además, recordó que, desde su reunión de septiembre, la inflación ha descendido en más de 2.5 puntos y las perspectivas “han mejorado notablemente”, al tiempo que la subyacente se ha moderado y la política monetaria ha mantenido unas condiciones de financiación restrictivas.
No obstante, las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas “debido al elevado crecimiento de los salarios, y es probable que la inflación continúe por encima del objetivo hasta bien avanzado el próximo año”.
En este sentido, el organismo revisó al alza sus últimas previsiones de inflación de marzo, en dos décimas para 2024 y 2025, hasta el 2.5% y 2.2%, respectivamente, con lo que ha vuelto a retrasar a 2026, con un 1.9%, la consecución de su objetivo de estabilidad de precios
En el caso del crecimiento económico, ahora considera que el PIB aumentará un 0.9% en 2024, lo que supone tres décimas más que en marzo; mientras que en 2025 subirá un 1.4% (una décima menos) y en 2026, un 1.6% (misma cifra que en marzo).
El organismo ha tomado esta decisión en un contexto de repunte de la inflación en la eurozona, después de que aumentara en dos décimas en mayo con respecto a abril, hasta el 2.6%; mientras que la subyacente -que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos por ser más volátiles- subió en la misma medida, hasta el 2.9%.
A ello se suma que los salarios negociados en la eurozona crecieron un 4.69% en el primer trimestre, al tiempo que el PIB de la región superó la recesión técnica al aumentar un 0.3% entre enero y marzo.
El BCE ha llevado a cabo el primer recorte de tipos desde marzo de 2016, hace ahora ocho años, aunque entonces redujo el precio del dinero desde el 0.05% al 0%. Posteriormente, bajó la tasa de depósito en 0,10 puntos, hasta el -0.5%, en septiembre de 2019.
En cualquier caso, este es el primer descenso desde que comenzó su ciclo de endurecimiento de la política monetaria por la escalada de la inflación, con 10 subidas consecutivas entre julio de 2022 y septiembre de 2023.
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