El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) reveló que solamente en dos estados de la República, Baja California y Guanajuato, no hubo manifestaciones en contra de las evaluaciones de desempeño para los maestros, impulsadas en la reforma educativa, en las 16 jornadas de aplicación de los exámenes.
En el Diagnóstico y acciones de mejora de los procesos de Evaluación del Desempeño Profesional Docente, dado a conocer como sustento del replanteamiento de los exámenes, el INEE reconoce que las protestas se generalizaron en todo el país, puesto que sólo en Baja California y Guanajuato no se presentaron protestas.
De las 30 entidades restantes, 12 presentaron manifestaciones con algún grado de violencia en alguna sede: Chiapas, Chihuahua, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
“La presencia de la fuerza pública, muy intensa en algunas entidades, particularmente en Oaxaca, Chiapas y Guerrero, generó incertidumbre e incrementó el estrés en los sustentantes. Sin embargo, de acuerdo con los análisis efectuados por el INEE, en los que se asocian los resultados de los exámenes por sede y los dispositivos de seguridad por las presiones de las protestas, no parece demostrarse ninguna influencia negativa de los segundos sobre los primeros”, señaló.
Se reportaron 454 problemas operativos durante las 16 fechas de aplicación. Estos fueron distinguidos en 14 rubros relacionados con el inicio de la prueba, los aplicadores y sus coordinadores [no tenían información ni controlaban el acceso de los sustentantes al aula], la correspondencia de los exámenes con función, modalidad y tipo educativo, funcionamiento del equipo de cómputo y problemas con las instalaciones, entre otros.
Señaló que la problemática impuesta por “el contexto político de la evaluación”, la convierte en un desafío “técnico y logístico de alta complejidad”. Consideró que el proceso 2015 fue abordado “con éxito”, aunque encuentra tres debilidades: instrumentos de evaluación que incumplieron con los estándares de confiabilidad; docentes sin apoyo ni información ni preparación adecuadas, y condiciones externas que afectaron de manera negativa el contexto y clima de la prueba docente.
“En la base de estos problemas se encuentran, como primer factor crítico, los plazos insuficientes definidos por la autoridad para la puesta en marcha de la evaluación del desempeño y, en segundo término, una arquitectura institucional responsable distribuida entre varias dependencias que no ha terminado de afinarse en términos operacionales”, indicó.