CIUDAD DE MÉXICO.- Los Pumas aprovecharon un corto circuito en el Necaxa para hilar su tercera victoria del Torneo Clausura 2017, con la reaparición del chileno Nicolás Castillo para encabezar la remontada de 3-1 en Ciudad Universitaria.
Poco duró la comodidad en casa. Apenas un minuto de juego y como de rayo, el marcador se abrió.
Balón largo para Jesús Isijara que desde la banda condujo al área para vencer al guardameta Alejandro Palacios con un riflazo de izquierda.
Con la mínima ventaja, Necaxa se mostró sobrio, sin ambición. Se ocupó más en plantar barreras a la ofensiva universitaria, que por momentos dio peligrosos avisos con los andinos Nicolás Castillo y Bryan Rabello. Incluso, el canterano Josecarlos van Rankin se animó, con un tiro de larga distancia, para complicar al meta argentino Marcelo Barovero. El problema es que ninguno pudo superarlo rápidamente.
Pumas sufriría un segundo golpe anímico y primer cambio obligatorio a los 19 minutos por una inesperada lesión. “Pikolín” salió por una molestia muscular; en su lugar ingresó Alfredo Saldívar.
Aunque la situación no desanimó a los felinos, que jugaron con la posesión del balón ante unos rivales echados en la zaga, únicamente preocupados por destruir los avances del plantel dirigido por Francisco Palencia.
Confiados los necaxistas, se encomendaron a un contragolpe poco efectivo y de reiteradas faltas, que hicieron de Luis Gallegos el primer amonestado por azotar la esférica frente al juez central Roberto Ríos Jácome a los 35 minutos. Muestra de la impotencia.
Destellos del conjunto de Aguascalientes por poco terminaban con las aspiraciones de Pumas, que en la recta final del primer tiempo salvó la red por el oportuno achique del guardameta “Pollo” Saldívar, quien cumplió de buena forma al suplir a Palacios.
Resentidos por el gol tempranero, los Pumas tomaron venganza e igualaron a los 47’, cuando Jesús Gallardo recibió dentro del área y con la intención de disparar cruzado, el balón fue desviado a merced de ‘Nico’ para el 1-1.
Preocupado por el bajo voltaje, el director técnico de los Rayos, Alfonso Sosa, ajustó sus fusibles con los cambios de Édgar Espíndola, Xavier Báez y Maximiliano Barreiro, sentados por los ingresos de Leonel Aguirre, Claudio Riaño y Alejandro Díaz, respectivamente.
Pero los Pumas venían de menos a más. Pablo Barrera se encargó del segundo grito de gol a los 68’, luego de encarar a los centrales hisdrocálidos y romper sus líneas con un tiro cruzado para el 2-1 inatajable para Barovero. Sin embargo, seis minutos después, el mediocampista obligaría por calambre a otro cambio en el esquema del timonel Francisco Palencia, que optó por el canterano Kevin Escamilla.
En un segundo aire, los Rayos se hicieron notar por instantes, aunque aferrados en agarrar mal parados a los locales, que en dos ocasiones se salvaron de balones que se pasearon libremente ante la meta de Saldívar. La primera, una llegada de Riaño y su tiro cruzado que pasó a pocos centímetros de la meta.
Pero la más clara la falló el chileno Marcos González, quien remató cruzado cuando le asistían dos compañeros solos frente a la meta.
Y tras un balón retrasado al minuto 89, el 3-1 llegó con un golazo de Rabello desde fuera del área ante la mirada de los 34 mil aficionados que abarrotaron el estadio de CU y que respondieron a la rebaja de los boletos y abonos.
Así, el rugido al sur de la ciudad silenció al Rayo. Con la victoria, la segunda en condición de local, Pumas suma nueve puntos y comparte liderato con Tijuana, para quedar a la espera de la siguiente visita, la de Tuzos del Pachuca en la quinta fecha de la Liga MX. Mientras, Necaxa se hunde con tres unidades y con las alarmas sonando en la tabla porcentual.
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