CIUDAD DE MÉXICO.- Fue más que un simple esfuerzo por meter a su equipo a un partido sin mañana. Se trató del mensaje más claro en toda la noche: los campeones y hombres récord no se vencerían. El público lo entendió perfectamente… Al igual que el Thunder de Oklahoma City.
Stephen Curry se coló hacia el aro en la última jugada de la primera mitad para acercar a seis puntos a los Warriors de Golden State, que no fallaron a su líder y jugaron una brillante segunda mitad para proclamarse monarcas de la Conferencia Oeste de la NBA por segundo año consecutivo.
Victoria (96-88) que les permitió triunfar en la serie (4-3) sobre el Thunder y reponerse de una desventaja de 1-3 que parecía lapidaria hace justo una semana. Son apenas el décimo equipo en la historia que lo consigue.
Curry, quien fue nombrado el Jugador Más Valioso de la actual temporada, no falló a la etiqueta al anotar 36 puntos, con cinco rebotes y ocho asistencias. Anotó siete de los 12 intentos que realizó desde la línea de tres puntos, pero los clave vinieron en ese tercer periodo que los dirigidos por Steve Kerr ganaron por parcial de 29-19.
Fue de manera bastante sufrida, pero se cumplió el sueño de un duelo entre el chico de ojos peculiares y LeBron James, cuyos Cavaliers de Cleveland aguardaban conocer a sus rivales para las finales. Tendrán la oportunidad de buscar revancha después de caer en las del año anterior (2-4).
Octava ocasión que los Warriors disputarán la serie por el título de la NBA, tercera desde que juegan en Oakland. Las tres primeras fueron con la franquicia en Filadelfia (2-1) y las siguientes dos con San Francisco como su sede (0-2).