Miles de venezolanos cruzaron a Colombia en busca de alimentos, artículos de higiene personal, medicamentos y otros productos que no se consiguen en territorio venezolano tras la reapertura de la frontera por segundo fin de semana consecutivo.
Ayer, a las 6 de la mañana, una cola de venezolanos desesperados surcaba todo el pueblo venezolano de San Antonio del Táchira.
El gobierno de Nicolás Maduro cerró todos los cruces fronterizos hace un año para reprimir el contrabando en la frontera de 2219 kilómetros. Sostenía que los especuladores causaban escasez al comprar alimentos y nafta subsidiados en Venezuela para revenderlos a precios mucho más altos en Colombia.
Sin embargo, la escasez sigue creciendo en Venezuela, con inflación de tres dígitos, controles monetarios que limitan las importaciones e inversiones y el derrumbe de los precios del petróleo, que financia el gasto oficial.
En medio de una fuerte presencia militar, los venezolanos que hacían cola para cruzar la frontera mantenían el orden expectantes.
Algunos de los que esperaban para cruzar coreaban consignas antigubernamentales y cantaban el himno nacional, pero la mayoría de los que aguardaban en el cruce demostraban escaso interés por enfrentarse, esperanzados con las perspectivas de encontrar en territorio colombiano supermercados con góndolas llenas y la oportunidad de conseguir pequeños lujos, como esmalte para uñas y cerveza.
Alejandro Chacón, dueño de una ferretería en la población cercana de San Cristóbal y que cruzaba la frontera por primera vez desde el cierre, estaba entusiasmado con la posibilidad de conseguir lo que quisiera en Colombia.
Funcionarios colombianos con camisas blancas recibían individualmente a los que cruzaban, la policía les ofrecía pastelitos y los parlantes emitían vallenatos, la música tradicional que se disfruta a ambos lados de la frontera.
“Es triste hacer esto, pero sabemos que allá encontraremos algo”, dijo Rosa Cárdenas, una maestra jubilada de 70 años a quien acompañaba su nieta de cinco meses.
El gobierno venezolano niega que exista una crisis humanitaria en el país y prefiere atribuir la escasez a sus enemigos y los contrabandistas. El presidente Nicolás Maduro calificó de “show mediático” las imágenes divulgadas de medio millar de mujeres que atravesaban el retén y decían que estaban desesperadas por conseguir alimentos.
Ayer, la televisión estatal venezolana mostraba escenas de ciudadanos que regresaban de Colombia con las manos vacías, quejándose de los precios supuestamente inflados y el maltrato dispensado por sus vecinos.