ZACATECAS.- La Universidad Autónoma de Zacatecas tomó una atroz decisión que parece salida del libro Fahrenheit 451: vendió por kilo tesis, periódicos antiguos y publicaciones históricas del siglo XIX a una recicladora de papel que ya hizo trizas todo este acervo.
Además de investigaciones de egresados de diversas generaciones, otros valiosos ejemplares que la universidad tiró fueron el periódico El Correo de Ultramar, editado en París durante 1842 y 1886, mismo que tiene tal valía histórica que el Ministerio de Cultura del Gobierno de España hizo un esfuerzo para recopilarlo, conservarlo y ahora digitalizarlo.
Otra publicación que la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) también mandó a tirar fue El Hijo del Ahuizote, creado en 1885 por los hermanos oaxaqueños Flores Magón, semanario combativo que fue el dolor de cabeza de Porfirio Díaz y que ayuda a entender el proceso político camino a la Revolución Mexicana.
En una inspección de El Big Data al portal de internet de la UAZ no se encontraron duplicados electrónicos de las tesis, revistas, periódicos y otros documentos históricos que la universidad tiró, por tanto todo apunta a que no hubo un plan de conservación, al menos digital, de todas estas obras.
Tampoco hay indicios de que la hemeroteca estatal de Zacatecas, ubicada en la biblioteca Mauricio Magdaleno, haya recibido parte del material que desechó la Universidad Autónoma de la entidad.
De acuerdo con la investigación del reportero de La Jornada Zacatecas, Martín Catalán Lerma, todo lo que enviaron a la recicladora de papel permaneció por muchos años guardado en cajas de cartón de la Preparatoria 1, sin embargo algún funcionario habría dado la orden de simplemente deshacerse de todo.
El acervo ahora destruido por la recicladora, a la que por cierto le habrían vendido todo por kilo, pertenecieron a un archivo recopilado por los últimos 40 años, el cual habría empezado a reunir el fallecido historiador Cuauhtémoc Esparza Sánchez, ex responsable del Instituto de Investigaciones Históricas de la UAZ.
“En los últimos años, los documentos solamente estaban almacenados en cajas, no en mobiliario especializado, y cada una de ellas solamente tenía información sobre la publicación y sus fechas”, indica Catalán Lerma en La Jornada Zacatecas quien también indica que Sergio Jiménez Flores, actual coordinador de bibliotecas de la UAZ, desatendió iniciativas para rescatar los legajos de documentos históricos, revistas, periódicos y tesis, que hoy ya se perdieron.
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