CIUDAD DE MÉXICO.- Hace poco más de 30 años, la participación de las mujeres en la ciencia era realmente pobre; 283 mujeres enlistaba el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), de acuerdo con el estudio Mujeres en la Ciencia publicado por la doctora María Luisa Bacarlett Pérez.
En 2017 el escenario cambió radicalmente gracias a los esfuerzos de las propias mujeres por abrirse camino en un campo controlado por los hombres y también a la sensibilización de la que han sido objeto diversos actores científicos (hombres y mujeres) en puestos estratégicos.
PinkHawks surge de un esfuerzo de la Universidad TecMilenio por fomentar en las alumnas el gusto por la ciencia y la tecnología. Su principal objetivo es que las niñas entiendan que pueden cumplir las mismas tareas que los hombres y hacerlo incluso mejor que ellos.
“Nosotros en la Universidad TecMilenio fomentamos en los alumnos las fortalezas que cada uno de nuestros estudiantes tiene y, de esta manera, los chicos eligen si participan o no en los diferentes proyectos que les proponemos”, explicó la directora del plantel, Claudia Gutiérrez, a la Agencia Informativa Conacyt.
Añadió que bajo esta dinámica y luego de algunas participaciones previas con un equipo mixto, se decidió promover la creación de uno integrado totalmente por mujeres, ello con el objetivo de ayudar a empoderarlas desde esta etapa de su formación.
“Realizamos una convocatoria general a los cerca de mil alumnos, las chicas interesadas se inscribieron y en las aspirantes realizamos una evaluación de ciertas características y fortalezas; no se trató estrictamente de un proceso de selección, sino una evaluación de las aptitudes y así lo hicimos porque no necesariamente todos los alumnos tienen el compromiso y dedicación para participar en este tipo de proyectos”, afirmó la directora.
Al abordar la respuesta que tuvieron a la convocatoria, dijo que derivó en la conformación de un equipo de 25 integrantes —aunque no todas asisten a la competencia— y entre esos integrantes, se encuentran al menos cuatro chicas que ya han participado en el otro equipo.
El equipo de PinkHawks participará en los próximos días en el concurso de robótica First, a celebrarse el 1 y 2 de marzo en Monterrey, Nuevo León.
El robot de PinkHawks
Para la construcción del robot, que toca a las chicas involucradas en el área de ingeniería, el equipo se dividió en cuatro áreas de trabajo que fueron diseño, mecánica, electrónica y programación. El primer paso tras el lanzamiento del Kickoff fue realizar una lluvia de ideas para que las integrantes del equipo propusieran los mecanismos a desarrollar.
“Una vez que realizamos la lluvia de ideas, avanzamos el trabajo a un programa de diseño (Solidworks) donde plasmamos el robot, diseñamos cada una de las piezas que lo integrarán y cuando tenemos un diseño final, avanzamos al área de mecánica, donde maquinamos y ensamblamos todas las piezas; esta es la etapa más larga porque es donde se realizan varios prototipos hasta llegar al correcto”, explicó el equipo.
En la siguiente fase del trabajo se lleva a cabo la tarea electrónica, es decir, se conectan todos los cables, los motores, los sistemas neumáticos que se utilizarán para cumplir las tareas que la competencia requiere. “Por último, se realiza la programación, que es la etapa en la que se da vida al robot y esto lo hicimos a través de un programa denominado LabVIEW”, detalló Evelin Garduño a la Agencia Informativa Conacyt.
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