CDMX.- Sentimientos como la ambición, el odio o el amor siguen dominando al hombre desde siempre, y el dramaturgo Tennessee Williams lo vio claramente, por eso mismo su obra “La gata en el tejado caliente” sigue siendo tan actual como hace medio siglo y el espectador podrá comprobarlo cuando se estrene este 27 de mayo en el Foro Cultural Chapultepec.
“Hay muchas cosas respecto a ese entonces y muchas cosas que tienen que ver con el día de hoy, como el prejucio, juzgar antes de tener la información clara, las familias disfuncionales, la homosexualidad y el tema fundamental para mí de esta obra, la mendicidad”, comentó el actor Rafael Sánchez Navarro, quien lleva uno de los roles principales.
Esta historia sobre dos hermanos, Brick y Gooper, que se ven enfrentados por la herencia de su padre, a quien creen enfermo de cáncer, fue escrita en 1955 y le valió a su autor un premio Pulitzer, además, fue llevada al cine en 1958 con Elizabeth Taylor y Paul Newman.
“Tennessee era un adelantado a su época, es muy actual, entonces en cierto momento no es tan difícil identificarse con los personajes y las situaciones”, explicó Iliana Fox.
Sánchez Navarro apuntó que la obra se mantiene en la época, pero sin tanto rigor. “Me parece que el montaje tan acertado de Enrique Singer —el director de la puesta— ha querido modernizarlo, no hacerla como ya se hizo en los 50, 60 y 70, porque estamos en 2016”.
Señaló que si bien se está usando tecnología en el montaje, como el uso de proyecciones como parte de la escenografía, se ha respetado la esencia del autor.
El trabajo que se está realizando es intenso, reconoce Singer; llevar a escena por primera vez “La gata en el tejado caliente” no es tarea fácil, por eso repasa una y otra vez las escenas. Y ahí están Rafael Sánchez Navarro, Iliana Fox y Luis Roberto Guzmán, atentos a cada indicación.
“Ha sido un privilegio abordar un texto así, con mucho respeto y con mucha ayuda de Enrique, que ha sido fundamental para entenderlo”, agregó Iliana.
El papel del patriarca cayó en manos de Sánchez Navarro, quien aun con su trayectoria se siente desafiado por un personaje así.
“Debes estar a la altura de textos así de profundos y de inteligentes, y de personajes así de maravillosos, como es el de Papá Grande. Este es un personaje clásico de la dramaturgia norteamericana que todo actor que tiene un poquito de cultura quisiera hacer”.
Con más presión se siente Iliana, quien da vida al personaje que mantiene unidas las piezas de este engranaje.
“Maggie es un personaje principal, pero en esta obra todos los personajes son fundamentales, por eso tiene ese elenco, todos son de primer nivel, prefiero pensarlo así, que estamos en un equipo y todos tenemos que contar esta historia juntos”.
Luis Roberto (Brick en la obra) ha realizado todo tipo de personajes en su carrera, pero con este trabajo dice que se da por bien servido.
“Después de esto puedo morir tranquilo; como actor haber interpretado profesionalmente una obra de Tennessee Williams es un regalo maravilloso”, reconoce Guzmán, quien se apropia tanto del personaje que el director debe tranquilizarlo.
Eso sí, Sánchez Navarro toma con gracia el hecho de darle vida a un hombre 10 años mayor que él y tener dos hijos de la edad de Luis Roberto Guzmán y Carlos Corona.
“Están casi de mi mismo vuelo, entonces ando bajo la tesis de que Papá Grande era muy precoz y tuvo sus hijos a los 14 años”, ríe.