El desequilibro social puede asociarse cuando los estudiantes no saben enfocarse a lo que les gusta, muchos casos simplemente estudian para cumplirle a sus padres.
Esa fue la opinión del maestro catedrático Pablo Buenaventura Gómez Mar, quien señaló que en una de sus clases solo cuatro estudiantes de 28 tenían cierta idea de lo que estaban aprendiendo y para qué.
“De uno por uno fui preguntándole a los 24 estudiantes a que se querían dedicar, fue una forma de decirme que iban rumbo al fracaso, por que unos me decían que querían ser doctor, otros veterinario, otros tantos arquitectos y nada tenía que ver con la clase que les doy, expresión oral” señaló.
Dijo que el secretario de educación señala que el país tiene una educación de calidad, sin embargo criticó que lo necesario es que los estudiantes tengan idea de lo que quieren para su profesión.
Añadió que en algunos casos, los estudiantes se van a una carrera por favorecer a sus padres de estudiar “algo”, pero otros estudian una carrera por que lo que les gusta esta saturado, alguna universidad no tiene ciertas carreras, o muchos de los padres quieren que sus hijos estudien alguno que ellos les hubiese gustado ser o que sean igual que ellos.
Ante esta problemática, el profesor Pablo Buenaventura pidió a los alumnos que acudieran a otra universidad y cuestionar a los demás estudiantes, que si están estudiando lo que verdaderamente les gusta, lo que conmocionó a los educandos, ya que mencionaron sentirse a gusto de ser libertadores de posibilidad de decisión correcta.