TEXAS.- Un descubrimiento inesperado en el Rancho O2, una vasta propiedad de 110.000 hectáreas en la región Trans-Pecos del oeste de Texas, ha captado la atención de arqueólogos y paleontólogos. Según informó el medio Smithsonian Magazine, un cazador que exploraba el área en busca de ciervos encontró un objeto sobresaliente en el lecho de un arroyo que, a primera vista, parecía un simple tocón. Sin embargo, resultó ser un colmillo fosilizado de mamut, un vestigio de la megafauna que habitó la región hace millones de años.
El hallazgo ocurrió en una zona desértica del Chihuahua, cerca del Parque Nacional Big Bend, en un rancho que anteriormente se dedicaba a la ganadería y que ahora se utiliza para actividades de caza. El cazador, cuyo nombre no ha sido revelado, fotografió el objeto y lo compartió con Will Juett, administrador del rancho. Juett, inicialmente escéptico, pensó que se trataba de un tronco viejo, pero no descartó la posibilidad de que fuera algo más significativo.
“Pensé que probablemente era solo un tocón viejo”, comentó Juett en un comunicado. Sin embargo, también expresó su entusiasmo al imaginar que el cazador podría estar en lo cierto.
Un equipo de expertos confirma la autenticidad del fósil
Después de recibir la imagen, Juett contactó a Bryon Schroeder y Erika Blecha, arqueólogos de la Universidad Sul Ross en Alpine, Texas. Según detalló el medio Smithsonian Magazine, ambos investigadores quedaron intrigados por el hallazgo y organizaron una expedición al rancho para examinar el objeto.
Al llegar al sitio, los expertos confirmaron que se trataba de un colmillo de mamut extinto. Aunque buscaron otros restos en las inmediatas, no encontraron evidencia adicional de un esqueleto completo. Según Schroeder, director del Centro de Estudios de Big Bend de la universidad, el colmillo estaba aislado y había sido desplazado del resto del cuerpo, posiblemente debido a la erosión en el lecho del arroyo.
“El colmillo se encontraba en la zona de drenaje del lecho de un arroyo”, explicó Schroeder. “Nos dimos cuenta rápidamente de que el esqueleto no contenía nada más, solo un colmillo aislado que se había separado del resto de los restos”.
El equipo dedicó dos días a excavar cuidadosamente el fósil. Para protegerlo durante su transporte al laboratorio, lo recubrieron con una capa de arpillera impregnada de yeso y construyeron una estructura especial para moverlo sin dañarlo.
Un hallazgo poco común en el oeste de Texas

El descubrimiento de restos de mamut en esta región es un evento inusual. Según Schroeder, la última vez que se encontraron fósiles de este tipo en el oeste de Texas fue en la década de 1960, en la ciudad de Fort Stockton. Sin embargo, el estado de Texas es conocido por su riqueza en fósiles de mamuts.
Uno de los sitios más destacados es el Monumento Nacional del Mamut de Waco, ubicado en el centro de Texas. Este espacio protegido, establecido en 2015, alberga la única evidencia conocida de una manada de cría de mamuts colombianos. Los restos, descubiertos en 1978, incluyen al menos seis hembras adultas y diez ejemplares jóvenes que, según los investigadores, perecieron en un evento catastrófico único.
Los mamuts colombianos: gigantes de la prehistoria
El mamut colombino (Mammuthus columbi), al que probablemente pertenecía el colmillo hallado, era una especie emparentada con el mamut lanudo. Sin embargo, los mamuts colombianos eran más grandes y menos peludos que sus parientes del norte. Podrían alcanzar hasta 4 metros de altura a la cruz y pesar hasta 9.000 kilogramos.
Investigaciones recientes sugieren que esta especie surgió como resultado del cruce entre mamuts lanudos y un linaje desconocido de mamuts. Los mamuts colombianos habitaron gran parte de Norteamérica, llegando posiblemente hasta Costa Rica en el sur. Sin embargo, al igual que otras especies de megafauna, comenzaron a extinguirse hacia el final de la última Edad de Hielo, hace aproximadamente 10.000 años.
Un vínculo con el pasado remoto
El colmillo descubierto en el Rancho O2 no solo representa un hallazgo paleontológico significativo, sino que también evoca imágenes de un mundo antiguo. Juett, el administrador del rancho, reflexionó sobre el impacto de este descubrimiento.
“Ahora, no puedo evitar imaginarme a ese enorme animal deambulando por las colinas del Rancho O2”, expresó. “Mi siguiente pensamiento siempre es sobre la gente que se enfrentó a esos enormes colmillos con solo una herramienta de piedra en la mano”.
Los investigadores esperan más información sobre el colmillo mediante estudios de datación por carbono, cuyos resultados estarán disponibles en los próximos meses. Este análisis permitirá determinar con mayor precisión la antigüedad del fósil y arrojará luz sobre la época en que estos gigantes prehistóricos habitaban la región.
El hallazgo en el Rancho O2 no solo destaca la riqueza paleontológica de Texas, sino que también conecta a los habitantes actuales con un pasado remoto, cuando los mamuts colombianos dominaban el paisaje norteamericano.
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