El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ordenó este jueves poner en “máxima alerta de combate” a todos los efectivos militares desplegados en la frontera con Crimea y en la línea de separación de fuerzas con los rebeldes prorrusos en el este del país.
Se trata del territorio cuya soberanía se disputan Moscú y Kiev tras la crisis ucraniana de 2014 que impulsó una declaración de independencia de la península y su posterior pedido de adhesión a la Federación Rusa.
“He ordenado poner en máxima alerta de combate a todas las unidades en la frontera administrativa con Crimea y a lo largo de toda la línea de separación de fuerzas en el Donbas (este de Ucrania)”, escribió en Twitter el jefe del Estado ucraniano.
Poroshenko explicó que tomó esa decisión después de reunirse con la jefatura de las fuerzas de seguridad y de los Ministerios de Defensa y Exteriores.
El nuevo estallido de tensión entre Ucrania y Rusia se produce después de que Moscú denunció el miércoles que grupos de la inteligencia militar ucraniana intentaron infiltrarse en Crimea en dos operaciones de sabotaje -una en la madrugada del 7 de agosto y otra el día 8- con el objetivo de atentar contra “infraestructuras vitales de la península”.
El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó de terrorismo al Gobierno ucraniano y advirtió que Rusia no dejará “pasar estas cosas”.
Poroshenko respondió tachando de “cínicas” las acusaciones rusas y aseguró que se trata de “fantasías que usan como pretexto para lanzar nuevas amenazas militares a Ucrania”, indicó la agencia EFE.
En este panormana, Putin se reunió la mañana de este jueves con miembros del Consejo de Seguridad de Rusia para debatir medidas adicionales dirigidas a reforzar la defensa de Crimea.
El número dos de la Guardia de Fronteras ucraniana, Oleg Slobodián, denunció que Moscú deplegó en esa zona “unidades de elite dotadas de armamento moderno, capaces de actuar en situaciones críticas y que cuentan con habilidades especiales” de combate.