Turquía suspende temporalmente la Convención Europea de Derechos Humanos, han informado este jueves fuentes del Ejecutivo turco, que han precisado que “ha sido derogada exactamente de la misma forma que hizo Francia”. El Ejecutivo francés también suspendió la convención tras haber declarado el estado de emergencia después de los atentados yihadistas del pasado noviembre.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció este miércoles que declaraba el estado de emergencia después del intento fallido de golpe de Estado del pasado viernes y dijo que esta medida permitiría a las autoridades actuar de forma más eficiente contra los responsables del levantamiento.
En declaraciones a NTV, el vice primer ministro, Numan Kurtulmus, ha afirmado que el Gobierno podría poner fin al estado de emergencia dentro de un mes o de un mes y medio. Kurtulmus reconoció fallos de inteligencia a nivel “estructural e individual” durante el intento de golpe, y también indicó que el trabajo de reestructuración del Ejército está en marcha.
La decisión del Gobierno turco llega en medio de una purga que afecta ya a 60.000 personas. De los 118 generales y almirantes detenidos —cerca de un tercio del total que hay en Turquía—, la mayoría ya ha declarado ante los fiscales que instruyen la causa sobre el intento golpista. Solo tres han sido puestos en libertad, mientras que a 99 se les ha enviado a prisión preventiva bajo los cargos de “subvertir el orden constitucional” e “intento de asesinato del presidente”, entre otros.
Las purgas iniciadas en la Administración del Estado han continuado en varios ministerios y con especial hincapié en el sector de la educación. 6.538 maestros fueron suspendidos de su empleo, con lo que el número de funcionarios cesados, despedidos y apartados de sus cargos desde el sábado se acerca ya a los 60.000, a los que hay que añadir casi 11.000 detenidos por implicación directa en el alzamiento, en su mayoría militares.