LAS VEGAS.- No fue la pelea del año porque le faltó emotividad, porque pese a su amplio dominio, Saúl Álvarez no pudo noquear a un Julio César Chávez Jr., que salió disfrazado de costal, amarrado y sólo a recibir castigo y por eso en los últimos tres rounds el público los abucheó de fea manera.
Se esperaba a un Chávez más agresivo, que sacará provecho de su alcance y pegada, pero lejos de ello boxeo a la defensiva, le dejó la iniciativa a su rival, que impuso las acciones del combate a la media y corta distancia, donde con veloces combinaciones de izquierda y derecha a la cabeza y ocasionalmente al cuerpo minó a su enemigo.
Nadie niega que Saúl le pasó por encima a Chávez, que lo golpeó a placer, pero también fue un hecho que no se arriesgó de más y se limitó a sumar puntos y no a deleitar al público que pagó su boleto para ver lo que muchos llamaron la pelea del año y se quedó en un simple combate deslucido.
¿Se retirará el hijo de Julio César Chávez?
Desde el primer round Saúl se apoderó del dominio del combate y también del psicológico al llegar a dos manos al rostro de un Chávez que no mostró ninguna estrategia y lo que es peor, sin hambre de salvar su carrera.
En el segundo giro Canelo dominó y por momentos se llegó a pensar que era parte de la estrategia de Chávez, pero simplemente era la impotencia de un pugilista que durante dos meses se “mató” para dar el peso y que al momento de la pelea le faltaron piernas y potencia en su golpeo.
Ante tal panorama, Canelo se dio un festín con el rostro de Julio, que no dejaba de boxear de reversa y con ello entregó la pelea a su rival.
Ante esto, el periodista deportivo David Faitelson despotricó ante “El Junior” asegurando que es una vergüenza para México debido a su falta de preparación y sugirió que se retirara.