El Pentágono anunció este lunes la transferencia de 15 detenidos en Guantánamo —12 yemeníes y tres afganos— a Emiratos Árabes Unidos (EAU), el traslado masivo más grande realizado hasta ahora por la Casa Blanca bajo el mando de Barack Obama, dejando el número de reclusos en 61, muy lejos de los 800 que llegó a albergar y los 242 que había cuando el actual presidente llegó al poder.
Todos los presos liberados habían estado casi 14 años en la base militar sin juicio y sobre ellos sólo pesaba la sospecha de terrorismo.
A pesar de que Obama está cada vez más lejos de cerrar la base militar de la costa cubana y, por tanto, incumplir la promesa de que iba a desmantelar la base antes de dejar el poder, en enero del próximo año, en los últimos meses el gobierno estadounidense está acelerando las transferencias de presos para dejar a su sucesor una cárcel con el mínimo número de reclusos posible.
Desde hace meses, el presidente ha estado trabajando para encontrar una solución al caso de Guantánamo, una de las marcas que le permitió ganar la presidencia y uno de los símbolos que demostraba una ruptura de raíz con las políticas de su antecesor.
En febrero pasado, la Casa Blanca mandó al Congreso el que debería haber sido el plan definitivo para cerrar la base, pero el Congreso, dominado y controlado por los republicanos, lo bloqueó sin miramientos, a pesar de que el mandatario estadounidense dijo que su idea que mantener la cárcel abierta era “propaganda” para los terroristas y costaba millones a los contribuyentes.
El primer paso de ese plan, transferir los presos elegibles para ser libres, es probable que lo cumpla. Pero la segunda parte, el envío del resto de presos a cárceles en suelo estadounidense —el gobierno tiene algunas estudiadas y aprobadas para ese efecto—, necesita del permiso de los legisladores, algo a lo que no están dispuestos los conservadores, quienes incluso pidieron tener el poder para congelar las transferencias de los detenidos que se consideren “no-peligrosos”.
Los republicanos aseguran que trasladar los presos a territorio estadounidense o cerrar Guantánamo representa un “riesgo” para la seguridad nacional, como reiteró ayer en un comunicado el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el conservador Ed Royce.
“La responsabilidad preeminente del gobierno federal es mantener seguro al pueblo estadounidense; sin embargo, el compromiso equivocado de la administración Obama para la liberación de los detenidos con el fin de cerrar finalmente Guantánamo pone en jaque de forma inaceptable la seguridad de nuestra nación”, dijo la semana pasada la senadora por Nuevo Hampshire Kelly Ayotte, también republicana.
Como cada vez que se anuncia una transferencia, el gobierno de EU agradeció a su par de Emiratos Árabes Unidos la cooperación y el “gesto humanitario” de acoger los transferidos.
A pesar de que a veces circulan los rumores de que Obama terminará cerrando la base militar firmando una acción ejecutiva —que sería apelada en tribunales y congelada por algún tiempo—, organizaciones de derechos humanos temen que Guantánamo se convierta en una cárcel con más impunidad que el resto de prisiones del país.
*61 PRESOS
Alberga actualmente la cárcel de Guantánamo. En un momento llegó a tener hasta a 800 personas.