Abandonar la vida sedentaria no es tarea fácil. Por el contrario, tomar la decisión de ponernos en movimiento implica un gran desafío.

Pues bien, si te has decidido finalmente a hacerlo, ya estás a mitad de camino de lograrlo. Y si no quieres sentirte sola en esto, a continuación podrás encontrar pensamientos y frases que seguro han pasado por tu cabeza durante este duro pero gratificante proceso…

#1 ”Debería hacer lo mismo que ellos”

Cada vez que ves personas corriendo en la calle, o pasas por un gimnasio, una vocecita interior te recuerda que sería una muy buena idea seguir su ejemplo por el bien de tu salud.

Por más que intentes ignorarla, en lo más profundo de ti, sabes que tiene toda la razón y que es hora de obedecerla.

#2 ”Veamos si tengo algo para usar…”

Antes que nada, buscas alguna excusa para NO hacerlo. Si no tienes ropa adecuada, tal vez deberías esperar al mes que viene cuando tengas suficiente dinero para comprar…(¡un mes más viviendo de excusas no le hace mal a nadie!). Pero un mes más, un mes menos… tarde o temprano tendrás que enfrentarlo.

#3 ¿Gimnasio o salir a correr?

¡Uffff! Qué decisión tan complicada, el gimnasio es un poco lejos de mi casa y no sé si puedo pagar la mensualidad tan costosa. Pero si opto por salir a correr, en invierno me quedaré en la cama.

¡¡¡¿Qué hago?!!!! Por ahora me sentaré aquí bebiendo mi café, hasta que se me ocurra algo.

#4 ¡Lo decides!

¡No! No puedo dejar pasar una semana más, hoy saldré a correr y veré si necesito la inscripción al gimnasio, aunque podría pedir una inscripción de prueba gratuita…

#5 Cuando estás corriendo

Esto no es lo mío, definitivamente no nací para hacer ejercicio. Estas calzas se ven ridículas en mí y debe ser la segunda vez que uso zapatillas de correr en mi vida. ¿Qué pensarán ellos al verme correr?

#6 Cuando terminó tu primer día de ejercicio

¡Me siento taaan bien! Qué suerte que decidí probarlo, liberar endorfinas es sin dudas la mejor manera para estar feliz.

¡No puedo esperar a hacerlo de nuevo!

#7 ¿Por qué no veo resultados?

A una semana de haber empezado a ejercitarte, tu ansiedad empieza a ser más poderosa que nunca, y no comprendes por qué tus músculos no están ya fortalecidos. Pues… algo que no te advirtieron es que tiene que ser muuuy paciente a la hora de esperar resultados.

No significa que la manera en que te estás ejercitando sea insuficiente o carezca de efectividad, se debe a que tu cuerpo tarda en cambiar físicamente pero te aseguro que verás cambios luego de unas semanas. De todos modos, es innegable que tu mente se siente mucho mejor y eso sí no tarda en sentirse.

#8 ”No puedo, salgo a correr”

El mal clima o el no tener ropa para entrenar ya no son excusas válidas para ti. Tampoco cancelas tu cita con el gimnasio o la rutina de correr para hacer otros planes improvisados, ya que les has adjudicado un lugar preferencial en tu agenda al Sr. Gimnasio y difícilmente lo sacrifiques por otra cosa menos importante.

#9 Eres uno de ellos

Ahora que no sientes culpa por no ejercitarte y te sientes muy satisfecha con tu logro, eres parte del grupo de personas que hace que a otros les invada esa vocecita en su cabeza sobre la importancia de practicar deporte. Aprovéchalo e intenta de convencerlos de que realmente vale la pena. ¡Tal vez hasta encuentres un buen aliado!

Ahora bien, un aspecto a tener en cuenta es que no debes obsesionarte demasiado con el deporte, ya que lo ideal es mantener un equilibrio que también te permita disfrutar del resto de las actividades. Tampoco debes sobreexigirte cuando estés comenzando, debe ser un proceso gradual para que tu cuerpo pueda disfrutar de todos los beneficios sin salir lastimado en el intento.