Residentes en las zonas de Siria controladas por el gobierno de Damasco están llamados a las urnas el miércoles para elegir a un nuevo Parlamento de 250 miembros, en unos comicios que se espera sean un trámite para el presidente, Bashar Assad.

La gente empezó a acudir a los centros electorales poco después de su apertura a las 7 de la mañana. Unos 3.500 candidatos aprobados por el gobierno competían por los escaños, después de que más de otros 7.000 quedaran fuera de las listas.

Siria renueva su Parlamento cada cuatro años y Damasco afirma que la votación es constitucional y se celebra por separado de las conversaciones de paz en Ginebra dirigidas a poner fin a una guerra que dura más de cinco años.

Pero la oposición alega que contribuye a crear un clima poco favorable a las negociaciones, en medio de intensos combates que amenazan un cada vez más tenue alto el fuego mediado por Estados Unidos y Rusia.

Líderes occidentales y miembros de la oposición han tachado el proceso de farsa y afirmado que es una provocación que socava las negociaciones en Ginebra.

En la capital Siria, Damasco, votantes dijeron estar totalmente a favor de que se celebren los comicios cuando corresponde.

Las elecciones, en las que los soldados podrán votar por primera vez en la historia, se celebrarán solo en territorios controlados por el gobierno.