SimSimi la App que se ha vuelto muy popular en redes sociales

Tanto ‘Tay’ como SimSimi tienen en común que son ordenadores capaces de mantener una conversación mínimamente coherente

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SimSimi / Foto: Internet

Se trata de un bot – una aplicación creada por el hombre que recopila información y simula el comportamiento de un sistema de inteligencia artificial para dar respuestas, generando algo similar a una conversación medianamente coherente.

Entonces, SimSimi no es más que eso, una aplicación que se instala en un dispositivo móvil y se utiliza para diversión, con amplia popularidad entre los más jóvenes. Con más de 700 mil descargas en la tienda de Google, la explosión de esta app (cuyos desarrolladores aclaran es para mayores de 17 años) alertó en Paraguay a incautos en una institución educativa de Asunción sobre la posibilidad de que la aplicación esté asociada a pedofilos, situación completamente descartada luego por el Centro de Respuestas ante Incidentes Cibernéticos.

Así que lo primero es aclarar a los padres consternados; no, no existe ningún pedófilo o abusador interactuando con sus hijos, por lo que la ‘preocupación’ generada inclusive en los medios, es exclusivamente por la falta de información al respecto.

La semana pasada Microsoft causó furor a nivel mundial al lanzar Tay Tweets, con la misma función que esta app, sin embargo Internet le dio su dosis: los humanos, o más bien la lluvia de respuestas completamente en tono sarcástico, irónico y con la intención de alterar su percepción al entrar en conversación con ‘Tay’, lo hicieron racista e inclusive con tendencias hacia el nacionalsocialismo alemán de los años 30.

Tanto ‘Tay’ como SimSimi tienen en común que son ordenadores capaces de mantener una conversación mínimamente coherente. La pregunta es, ¿cómo? Estos sistemas lo que hacen para tener siempre una respuesta en la punta de la lengua virtual es que toman datos que la propia audiencia les provee, y esa información es utilizada para contestar.

Cuando no haya una respuesta en su archivo, le pregunta al usuario qué debería responderle, y aquí el motivo nuevamente para sostener que no se trata de ningún acosador ni nada que genere peligro para los más chicos, más allá de algún par de respuestas en tono burlón.

Esta moda, pasajera o no, de ‘hablar’ con una máquina, inventada y programada por el hombre, parece no tener mucho sentido, quizás para muchos no, pero para esta generación, con sus gustos peculiares, es fuente de horas de diversión.