Noa Jansma es una joven que cansada del acoso callejero, creó un álbum para exhibir diariamente a cada uno de sus acosadores.
Tras cada comentario lascivo, la chica les pide que posen y ellos lo hacen divirtiéndose. Pese a su gesto de desaprobación, creen que el piropo ha sido gracioso.
“Este Instagram tiene como objetivo crear conciencia sobre la cosificación de las mujeres en la vida cotidiana. Puesto que muchas personas todavía no saben con qué frecuencia y en qué contexto se nos acosa”.
“Yo, como objeto, de pie frente a ellos, escenifico una relación de poder invertido”, cuenta Noa, quien solicitó a las mujeres que también compartan sus experiencias con el fin de mostrar que se trata de un asunto global.
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