Más de una docena de agresores dieron paso hacia un futuro más brillante.
Y es que 22 de ellos se graduaron del tratamiento de sobriedad y el Programa del Tribunal de Drogas.
El programa ofrece tratamiento y rehabilitación a delincuentes no violentos con el fin de cambiar su estilo de vida.
Durante dicho el programa, los participantes son supervisados por la corte.
La entrada en la Corte de Drogas es de manera voluntaria, y está a cargo de la juez Beckie Palomo y el juez Oscar J. Hale.