NUEVO LAREDO.-Lágrimas, recuerdos y aplausos fue lo que se vivió en la centésima onceava y última sesión de cabildo presidida por Carlos Canturosas Villarreal, quien de manera enfática dijo durante la sesión desconocer el futuro de su carrera política, y agradeció a todos por el apoyo durante tres años.
Dijo que será el juicio de la historia el que califique esta administración 2013-2016 que termina este 30 de septiembre, misma que demostró que con voluntad y amor por la ciudad todo es posible.
“Fue un sueño largamente acariciado, es la culminación de años de lucha , algo que inició mi padre desde los años 70. Quiero agradecerles la confianza, el amor que siempre me mostraron pues gobernar a Nuevo Laredo fue una tarea difícil pero siempre será el más grande honor”, expresó.
En su intervención, el presidente municipal recordó el apoyo que recibió de parte de sus colaboradores del proyecto que inició en el 2013, señalando que algunos no creían en ellos debido a que mencionaban que eran unos jóvenes sin proyecto.
Agradeció a síndicos y regidores uno a uno, y nombró al ingeniero Rubén Bazán, presidente municipal suplente, a quien agradeció por apostarle al proyecto al cual le dio seriedad y fue pieza clave para el rumbo de la administración que encabezó Canturosas Villarreal.
En ese momento el presidente municipal se le quebrantó la voz al recordar a su padre, pues mencionó que ve la figura paterna en el vicepresidente Rubén Bazán, con quien quedó enteramente agradecido, además de mencionar a sus demás colaboradores.
Este 30 de septiembre es el último día de la administración de Canturosas, ya que a partir del 1 de octubre, Enrique Rivas toma posesión como alcalde.
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