Si alguien puede entonar el Himno Nacional en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, es Rommel Pacheco. Cuando faltan cuatro meses para el banderazo de salida de la justa veraniega, el clavadista afianza el sueño de convertirse en medallista y seguir con el camino ascendente que comenzó desde los Juegos Panamericanos de Toronto en 2015, donde logró dos medallas.
Rommel, especialista en la prueba de trampolín de tres metros, es además el número uno del ranking mundial por primera vez en su carrera, superando por menos de un punto al chino y campeón del mundo Chao He.
“Claro que me siento contento por todo lo que he conseguido últimamente, pero también estoy consciente de que ya viene lo bueno en los Juegos Olímpicos y para eso hay que trabajar fuerte el tiempo que queda”, comenta el seleccionado, quien en los Juegos de Beijing en 2008 terminó octavo en la prueba de plataforma.
El yucateco no pierde la humildad que lo caracteriza desde los inicios de su carrera. Y aunque han pasado casi dos décadas desde que inició su idilio con los saltos ornamentales, disfruta cada salto como si fuera el primero.