El cantante británico Robbie Williams confesó hoy que cree que padece el síndrome de Asperger, un trastorno caracterizado por dificultades en el desarrollo de las habilidades sociales.
Williams, de 44 años, reveló en una entrevista en Radio 2, de la cadena pública BBC, que “hay algo” que le falta y que “es un trabajo realmente duro” estar en su cabeza.
El cantante de “Angels” o “Let me Entertain You” ha sufrido depresión y ansiedad, así como problemas con el alcohol y las drogas a lo largo de su vida.
“Puede que tenga Asperger o autismo. No sé en qué espectro me encuentro pero sé que alguno”, declaró, al tiempo que apuntó que tiene “una interesante compulsión, adicción, enfermedad mental”.
El síndrome de Asperger, que está considerado dentro del espectro autista, es un trastorno del neurodesarrollo que hace que el cerebro de las personas que lo padecen funcione de manera diferente, especialmente en aspectos comunicativos o de interacción social, así como en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento.
El músico es conocido por sus excesos e irreverencias y provocaciones sobre el escenario, la última protagonizada en la ceremonia de apertura del Mundial de futbol de Rusia, cuando en mitad de su actuación dedicó una peineta a la cámara.