Robar pequeñas cantidades de comida para prevenir la hambruna no es considerado un delito, falló ayer la Corte de Apelaciones más alta de Italia.
Los jueces revirtieron una acusación por robo en contra de Roman Ostriakov luego de que este hurtara queso y salchichas con un valor de 4.07 euros (82 pesos) de un supermercado, reportaron ayer medios locales.
Ostriakov, un indigente ucraniano, sustrajo la comida “frente a la necesidad inmediata y esencial de alimentos”, concluyó la Corte de Apelaciones.
Por ello, la acción del acusado no es un crimen, dijo.