Condenada a desaparecer hace casi una década por su mala calidad y adulteración, la droga sintética MDMA, comercializada a menudo como éxtasis, está de vuelta en Europa como uno de los estimulantes predilectos entre la juventud.
Pero a diferencia de mediados de 2002, cuando alcanzó sus niveles máximos de consumo entre los europeos, “está de regreso con productos más potentes”, alerta el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), en su informe sobre estupefacientes que presentará este martes.
El retorno de la metilendioximetanfetamina, cuyo producto principal en el mercado son las pastillas de éxtasis, está relacionado con la innovación en la obtención de precursores para garantizar una mayor pureza, al desarrollo de nuevas técnicas de producción y a su disponibilidad a través de internet.
Igualmente es resultado de una “tramposa y deliberada” campaña de publicidad implementada por los productores con el fin de mejorar su reputación, toda vez que su consumo decayó a partir de 2002 hasta prácticamente desaparecer en 2009. “Hay indicios del éxito de esta estrategia, atendiendo a la popularidad que está adquiriendo la MDMA, sobre todo entre consumidores de estimulantes consumados y entre una nueva generación de jóvenes”, indica el estudio.
El documento sostiene que este producto relacionado químicamente con las anfetaminas está de vuelta, no sólo en forma de pastilla de diseño y en atractivos empaques, también como cristal y polvo. El suministro no se limita a las discotecas, ni a un subgrupo de usuarios, ahora “es consumida por una amplia diversidad de jóvenes en todo tipo de ambientes nocturnos convencionales, como en bares o fiestas organizadas en casa”.
De acuerdo con un estudio realizado en 2015 en las aguas residuales de varias ciudades europeas, las urbes holandesas de Ámsterdam y Eindhoven son los principales centros de consumo, seguidas por Amberes, Londres, Bristol, Copenhague, Berlín, Helsinki, Oslo, Zagreb y Barcelona. Aunque Bulgaria, Finlandia y Francia son los países que muestran las tendencias ascendentes a más largo plazo en prevalencia de uso.
Se estima que en toda la Unión Europea (UE), 2.1 millones de adultos jóvenes, entre los 15 a los 34 años, la consumieron en el último año; su precio varía de los 3 a los 16 euros dependiendo de la ciudad y de los niveles de pureza. La producción a gran escala al interior de Europa se concentra en Bélgica y Países Bajos, y se estima que en 2014 se incautaron 6.1 millones de pastillas, casi el doble que en 2009.
“Esta situación resulta preocupante si se tiene en cuenta que la MDMA se está trasladando a contextos sociales más convencionales y cada vez es más fácil encontrarla en mercados en línea”, sostiene Alexis Goosdeel, director del organismo europeo.
El documento también pone los reflectores sobre la expansión del suministro de drogas a través de internet, al tiempo que exhibe por primera vez los daños provocados por los nuevos estupefacientes que están apareciendo en el mercado europeo. El Sistema de Alerta Temprana de la UE contabiliza 560 nuevas sustancias sicoactivas, 98 identificadas en 2015.
Entre las nuevas sustancias predominan los cannabinoides sintéticos y las catinonas, vendidas como sustitutos “legales” del cannabis y las anfetaminas, respectivamente.
Algunas de ellas pueden ocasionar intoxicaciones agudas y hasta la muerte. Por ejemplo, la catinona sintética alfa-PVP, un potente estimulante, se asocia a unos 200 envenenamientos y a más de 100 muertes desde 2011.