Reliquias futboleras

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(Getty)

CIUDAD DE MEXICO.- Su pasión por el balompié ha convertido al papa Francisco en un coleccionista de reliquias futboleras.

Entre sus más preciados tesoros están una camiseta con una aureola del equipo del cual es aficionado, el San Lorenzo argentino, así como un pedazo de madera de la grada del Gasómetro, mítico estadio que fue sede de Los Cuervos.

OBSEQUIOS. También cuenta con numerosos jerseys que le han regalado futbolistas de todo el mundo en sus visitas al Vaticano.

En la Santa Sede, Jorge Mario Bergoglio tiene su rinconcito futbolero. Se trata de una vitrina dedicada completamente a su amor por el balompié.

Los cristales resguardan imágenes gigantes de las visitas de las selecciones de Italia y Argentina al Pontífice. También se observan camisetas autografiadas de la selección albiceleste, incluida la de Messi con una fraternal dedicatoria: “Para su Santidad con mucho cariño. Firmado: Leo Messi”.

Aparece la que le entregó Diego Maradona. “Estoy contentísimo de estar con él. Tenemos un gran representante. Me llena de orgullo a mí y a todos los argentinos”, señaló el ex astro pampero previo al partido por la Paz que se disputó en el estadio Olímpico de Roma.

Se suman la camiseta firmada por Pelé, que le dio la presidenta Dilma Rouseff; las de los títulos de San Lorenzo y una pelota firmada por Kempes.

En su colección de playeras no pueden faltar las de las selecciones de Brasil, México y España, que le entregó el presidente Mariano Rajoy. Ni la de algunos equipos italianos como la Juventus, la Roma o la Lazio y, hasta la del máximo archirrival del San Lorenzo, el Huracán.

También tiene de recuerdo la playera que le regaló el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, la que le obsequió el jugador Carlos Tevez (la “10” de la Juventus) y la que le ofrecieron Javier Zaneti y el arquero Gianluca Buffon.

Bergoglio se hizo fan del San Lorenzo de pequeño, porque su padre lo llevaba a la cancha, en los años 40. El club fue fundado en 1908 por el padre Lorenzo Massa, quien se dedicó a sacar de las calles a los niños del barrio de Almagro.