Un acorde de guitarra. Luces rojas que se encienden con el latir de un corazón. El escenario se ilumina y entre las pantallas que decoran el fondo, la banda Reik sale para comenzar su concierto.
Las luces del Auditorio Nacional se encienden y revelan un recinto vacío. No es que el público los haya olvidado por la celebración del Día de Muertos, son apenas las 17:00 horas, tres antes de que su Tour Des/Amor llegue al coloso de Reforma.
Los músicos ensayan apenas un par de piezas tratando de pulir detalles. La canción “Qué vida la mía”, con la que comienza el espectáculo y que forma parte de su primer álbum lanzado en 2005, suena por unos segundos y hay que repetirla una, dos, tres, cuatro veces.
“Qué horrible está esa intro, ya nos acostumbramos pero está horrible”, se sincera Jesús Navarro al terminar de cantar.
El vocalista, Julio Ramírez y Gilberto Bibi Marín adivinan que en un par de horas los silencios se llenarán con los gritos del público. Así, del pop pasan al urbano, género que ya los define. Su último sencillo, “Amigos con derechos”, grabado junto a Maluma ha alcanzado disco de Platino además de más de 100 millones de reproducciones en YouTube.
“Somos muy afortunados en el sentido de que estamos viviendo todo esto desde la perspectiva de un grupo que lleva muchos años”, comenta Jesús Navarro.
Luego de ensayar apenas media hora, van a la zona de camerinos, detrás del escenario del Auditorio, donde el emblemático pasillo decorado con fotografías de los artistas que lo han pisado guarda también una de ellos.
Sentados en un sala bromean con los temas que han inundado las noticias los últimos días: mencionan al azar el corte de agua, el nuevo aeropuerto y hasta a Donald Trump. Pero, entre las risas, también hay reflexiones sobre cuestiones como la caravana migrante que hace un par de semanas ingresó al país.
“Se entiende que no podemos sobrepasar el estado de derecho, que todos los países tienen leyes y se tienen que respetar pero no podemos perder de vista que todos los seres humanos somos lo mismo y que somos más similares que diferentes”, dice, serio, Jesús Navarro.
“El hecho de que nosotros nacimos en México y los de la caravana en Nicaragua, Honduras, donde les haya tocado, es una cosa completamente al azar. Nuestra posición como figuras públicas siempre tiene que ser de apoyo, tolerancia, buscar la manera de ayudar. Nosotros creemos que toda la gente vale lo mismo”, afirma Navarro.
El tiempo se acaba y deben prepararse para la presentación, sin embargo explican que el show no dista mucho del que ya han llevado a este recinto.
“Hicimos modificaciones en producción, probando una intro diferente, la idea es que la gente que ya nos ha visto tenga algo diferente porque tenemos también música nueva”, dice Bibi.
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