CIUDAD DE MÉXICO.- En el segundo intento de ser incluidas en el Apéndice II de CITES, todas las especies de ranas de cristal (Centrolenidae spp), lograron el consenso de las Partes en la COP19, con el fin de regular su comercio internacional y evitar la sobreexplotación en el mercado de mascotas exóticas.
Las ranas de cristal son anfibios pequeños, muy carismáticos de grandes ojos y piel transparente, lo que permite ver sus órganos internos, que se distribuyen desde México hasta Argentina, y a través de los Andes en Venezuela y Bolivia.
De acuerdo con el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés), durante la pandemia, la demanda de ranas de cristal en Estados Unidos, se elevó de 13 ejemplares en 2016 a cinco mil 744 en 2021.
Además del tráfico sin control, las ranas de cristal sufren por la pérdida de hábitat y los efectos del cambio climático, que las vuelve muy vulnerables a nuevas enfermedades infecciosas.
La Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), incluye 10 especies de ranas de cristal, que se encuentran En Peligro Crítico, 28 En Peligro, 21 Vulnerables, 11 Casi Amenazadas, 55 Preocupación Menor y 28 con Datos Insuficientes.
La propuesta de inclusión para regular su comercio internacional fue presentada por Costa Rica con el apoyo de Argentina, Brasil, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Panamá, Perú y República Dominicana, Gabón, Guinea, Níger y Togo.
De acuerdo con los documentos de trabajo de México, en caso de que esta iniciativa se hubiera sometido a votación individual de las Partes, la delegación de nuestro país lo hubiera hecho en abstención.
En la pasada COP18 de 2019 en Ginebra, las ranas de cristal no alcanzaron las dos terceras partes de los votos necesarios para ser incluidas en el Apéndice II de CITES, ya que 75 países estuvieron a favor, 40 en contra y 11 se abstuvieron.
Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!