MONCLOVA, COAHUILA.- En la plaza principal de la ciudad de Monclova, en la zona centro de Coahuila, Christian Alan Ríos Ferrer rapeó 25 horas y tres segundos, con lo que rompió el Récord World Guinness de maratón “Improvisación de Rap sin parar”.
La nueva marca mundial supera a la impuesta (hace como mes y medio) por el español Arkano, de 24 horas 34 minutos y 27 segundos.
Rec Ríos, como le conocen, tiene 29 años, es enfermero titulado y estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Metropolitana.
Él ama la música, le encanta cantar y bailar. El fin de semana ofreció todo un espectáculo para deleite de amigos, conocidos y público en general, que le acompañó en su odisea que no fue nada fácil, pero aguantó y triunfó porque practica mucho patinaje y tiene buena condición física.
Pese a que hacía frío porque el termómetro registró cuatro grados centígrados de temperatura y hasta lloviznó, la gente acudió a escucharlo, ahí en la plaza pública que “le prestó” el presidente municipal panista, Gerardo García Castillo.
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El joven narra a EL UNIVERSAL que empezó el viernes a las 18:00 horas muy animado y, sobre la marcha, compuso rimas de diversos temas, y contra todos, entre las que destacaron críticas al alcalde de Monclova y aspirante a gobernador, García Castillo (PAN), quien en rueda de prensa se comprometió a apoyarlo con las pistas. Necesitó más de 800 pistas, pero el presidente municipal no lo ayudó. “Pagué como 6 mil pesos”, asegura.
“Póngase las pilas, si no cumple sus compromisos, cuidado porque el pueblo lo puede tumbar de su puesto…”, le compuso al alcalde.
Convencido que “el rap es sinónimo de libertad”, afirma que es una especie de terapia que sirve para expresar y desahogarse y alejar a los jóvenes de las drogas, a quienes recomienda también practicar deportes extremos, “porque a mí me gustan mucho”.
Al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, le recriminó en sus rimas que es un racista, que odia sin motivo a los inmigrantes mexicanos e hispanos que tanto han contribuido a enriquecer su país. “Cuando yo sea famoso [y rico] no me hospedaré en los hoteles de Trump”.
También advirtió al republicano que ni se afane en construir el muro fronterizo, porque ninguna barda por más alta que esté los detendrá: “Los migrantes cavaremos túneles, nos pasaremos por abajo o cruzaremos nadando el río Bravo, pero, aunque no quiera Trump, siempre iremos a trabajar al otro lado”.
“A punto de rajarme”. Durante la madrugada, “como a las cuatro, cuando todavía no llegaba ni a la mitad del maratón me empecé a sentir mal, como mareado y estuve a punto de rajarme”, revela.
“Mi mejor amigo, Gabriel, que siempre estuvo conmigo, me dio un yogurt de una lechera de la Región Laguna muy conocida; lo recuerdo tan bien, era de fresa con plátano, me lo tomé, eso me reanimó”.
Emocionado en la remembranza, hasta improvisa una frase para el producto. “El yogurth que te anima y te reanima”, canta.
Ríos Ferrer habla poco, a pausas, con gran esfuerzo y voz entrecortada, porque quedó afónico; dice que todavía le duele mucho la garganta, pero valió la pena.
De viernes a sábado estuvo bajo un toldo, donde le animaban conductores de la empresa “Núcleo Radio y Televisión NRT México que lo respaldaron en su proyecto y transmitieron las más de 25 horas por Internet, sólo con algunas brevísimas pausas para que el tomara agua o algún líquido.
Empleaba menos de un minuto cuando iba al sanitario portátil que tenía ahí en un lado. “Pero no paraba de cantar, hacía del baño y seguía rapeando”, destacó el director de Contenidos Digitales de “NRT México” en Monclova, Jesús Acosta, coordinador general del evento, quien estimó que tuvieron más de 300 mil espectadores en los cinco canales de televisión y las dos emisoras de radio a través de Internet.
Por 12 mil dólares. Descansaba tres segundos sólo para beber agua o jugo, pero fue tanto el esfuerzo que hizo que terminó agotado y a punto de desfallecer; rebasada la meta, el sábado a las 19:00 hora con tres segundos, empezó la cuenta regresiva: el conductor y el equipo inició el conteo de 10 a 0. “Yo no lo creía y caí de rodillas”, comenta Ríos Ferrer.
Luego fue levantado por amigos y público, que lo aventaron hacia arriba, como se hace con los novios en las bodas, e inmediatamente después paramédicos lo subieron a una ambulancia de los “Ángeles Verdes” para trasladarlo a la clínica 86 del IMSS donde fue atendido porque le bajó el nivel de azúcar y le dolía la garganta.
Ya un poco recuperado, platicó su odisea a médicos y enfermeras que lo felicitaron por haber triunfado. Le recetaron analgésicos, antinflamatorios y reposo. Lo dieron de alta una hora después.
El único inconveniente es que “Rec Ríos” tendrá que esperar tres meses a que le certifiquen su marca mundial porque no tenía, ni tiene, los 12 mil dólares (más de 240 mil pesos) de la cuota para pagar a fin de que un sinodal viniera a atestiguar el reto.
Tampoco cuenta con los 800 dólares (arriba de 16 mil pesos) que cobra la franquicia por la certificación de una hazaña en un lapso de tres días.
Esperará la inscripción del récord, seguro de conseguir el título porque un notario público dio fe del hecho y quedó grabado en video.
Christian Alan platica que su madre Rebeca Ferrer lo felicitó por su proeza “le echaste muchas ganas hijo”, le dijo y después lo premió en la cena con una deliciosa papa asada, que le encanta.
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