TEXAS.- Un fenómeno tiñó el cielo de naranja en varias ciudades de Texas el pasado martes 4 de marzo, cuando una tormenta de polvo avanzó sobre el Estado de la Estrella Solitaria y redujo drásticamente la visibilidad. Los vientos, que alcanzaron velocidades extremas, generaron un escenario que obligó a las autoridades a suspender vuelos y emitir alertas de precaución.
Cómo fue el avance de la tormenta de polvo sobre Texas
La densa nube de polvo se originó el lunes en el oeste de Texas, impulsada por una intensa tormenta en el centro del país norteamericano. Durante la jornada del martes, los fuertes vientos desplazaron aún más el polvo hacia el este, donde alcanzó el centro de Dallas por la tarde. A esa hora del día, la luz solar hizo que el cielo se tornara anaranjado.
La situación fue tan crítica que la visibilidad se redujo a apenas tres kilómetros, comparable a un día de niebla espesa en la región, según indicaron desde AccuWeather. Austin y San Antonio también quedaron envueltos en el manto de polvo al final del día, justo cuando el tránsito se intensificaba por la salida laboral.
En tanto, las ráfagas de viento superaron los 95 kilómetros por hora en el área metropolitana de Dallas-Fort Worth, lo que llevó a la suspensión de vuelos en los aeropuertos internacionales de ese lugar y también de Austin-Bergstrom. En específico, más de 500 trayectos en avión fueron cancelados debido a las condiciones extremas.
El impacto del polvo en la calidad del aire y en las carreteras de Texas
La calidad del aire en San Antonio alcanzó niveles catalogados como “no saludables” durante la tarde del martes. Con un índice de calidad del aire (AQI, por sus siglas en inglés) de 110, las personas que permanecieron al aire libre pudieron experimentar molestias en la garganta y dificultades para respirar, especialmente aquellas con problemas preexistentes.
El polvo también afectó el tránsito en diversas carreteras del estado. La escasa visibilidad y los vientos huracanados provocaron varios accidentes, mientras que las autoridades recomendaron extremar la precaución al conducir.
En casos anteriores, tormentas similares resultaron ser letales: el sábado 1° de marzo, al menos cuatro personas perdieron la vida en un choque múltiple en la Interestatal 10, al oeste de Phoenix, debido a una tormenta de polvo combinada con vientos de hasta 65 kilómetros por hora.
Se avecinan fuertes vientos nuevamente en Texas
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), en su oficina de Midland/Odessa, en Texas, emitió una alerta por fuertes vientos que podría afectar a las Montañas Guadalupe, tanto en el oeste del Estado de la Estrella Solitaria como en el sureste de Nuevo México. No se adelantó si este fenómeno podría cubrir nuevamente de polvo las calles.
La advertencia indica que se esperan vientos del oeste con velocidades de entre 56 y 72 kilómetros por hora, con ráfagas que podrían alcanzar los 113 kilómetros por hora. Este fenómeno estará vigente desde la mañana del jueves 6 de marzo hasta la tarde del mismo día.
Las zonas más afectadas incluyen las Montañas Guadalupe del condado de Eddy, las áreas por encima de los 2100 metros de altura y las Montañas Guadalupe. Ciudades como Queen y Pine Springs podrían experimentar condiciones especialmente adversas.
En paralelo, los vientos intensos podrían complicar significativamente el tránsito, especialmente para vehículos de gran tamaño como furgonetas y camiones. Además, los pilotos que operen en las cercanías de las Montañas Guadalupe deberán extremar precauciones, ya que podrían enfrentarse a turbulencias severas o corrientes de aire descendentes peligrosas.
Tormentas de polvo: un fenómeno recurrente en Texas
Las tormentas de polvo como la registrada en Texas no son un evento aislado en la región. Estos fenómenos, también conocidos como “haboobs”, ocurren cuando fuertes ráfagas levantan grandes cantidades de polvo y arena, desplazándolas por cientos de kilómetros.
En esta ocasión, una tormenta de polvo de similares características azotó el lunes el suroeste de Nuevo México, lo que llevó a las autoridades a emitir alertas para prevenir riesgos.
Los expertos indican que estos fenómenos pueden intensificarse con el cambio climático y la sequía prolongada en la región, lo que favorece la presencia de polvo suelto en la superficie.
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