Puerto Rico hace honor a víctimas de la masacre de Orlando

El padre de una de las víctimas puertorriqueñas se nego a reclamar el cuerpo de su hijo por el hecho de que fuera gay.

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Masacre de Orlando / Foto: Agencia

Miles de personas participaron hoy en la Marcha del Orgullo LGBT celebrada en Puerto Rico, San Juan, donde hubo un especial recuerdo a las víctimas de la masacre de Orlando, de las que casi la mitad eran puertorriqueños.

“Yo perdí a dos amigos, a dos hermanos, Martín (Benítez Torres, de 33 años) y Jimmy de Jesús (Velázquez, de 50)”, dijo Serbella Tejeda, portavoz de la funeraria Borinquen Memorial, que ofreció sus servicios gratuitos a las familias de los 23 boricuas fallecidos en el tiroteo del club gay Pulse, de Orlando, que dejó 49 víctimas mortales.

En su opinión, en Puerto Rico los derechos LGTB y cuestiones de género han gozado en los últimos años de importantes avances, pero “como en todas partes, siempre hay comunidades que no entienden nuestras preferencias, aunque es cuestión de tiempo que maduren y entiendan que todos somos hijos de Dios”.

“Espero que hagan falta más sucesos como este para normalizar una realidad que está ahí, aunque haya a quien no le guste”. comentó Tejeda, convencida de que ese suceso ha ayudado a que “muchos hermanos hayan decidido dar un paso al frente y acabar con el miedo”, algo que celebró, porque “tenemos que ser nosotros mismos si queremos avanzar como sociedad”.

En ese sentido, lamentó particularmente que el padre de una de las víctimas puertorriqueñas se negara a reclamar el cuerpo de su hijo por el hecho de que fuera gay, algo que se ha publicado en la prensa estadounidense sin identificar a la víctima.

“Yo he sabido de ello a través de varios compañeros y desde luego es algo bien lamentable: el padre no estaba de acuerdo con las preferencias sexuales de su hijo y, aún después de muerto, sus creencias religiosas han sido más fuertes”, explicó la joven, quien apuntó que finalmente otros familiares del fallecido se encargaron del cuerpo.

Según sus datos, el padre vivía en Puerto Rico y el joven vivía en Orlando. “Quizá se había ido por eso, como hacen muchos otros, para encontrar un espacio de libertad que aquí no logró”, apuntó.

El activista Pedro Julio Serrano, posiblemente la cara más conocida de la comunidad gay de Puerto Rico, también se mostró “tremendamente entristecido” por la historia de ese padre que, “por vergüenza, no quiso reclamar el cuerpo de su hijo”.

“He tratado de confirmarlo y no he podido, pero si es así, demuestra que todavía tenemos mucho que andar. Que no puedas reclamar a tu propio hijo porque tus propios prejuicios te lo impiden es algo que destroza el alma a cualquiera, incluso a ese señor, que no es sino una víctima más de ese odio que no nos pertenece como seres humanos”, dijo el portavoz de Puerto Rico.

“Hoy marchamos por las 23 víctimas puertorriqueñas de Orlando, y por todas las demás, por los sobrevivientes, por sus familias, por mi comunidad y por mi Puerto Rico, porque tenemos el corazón en pedazos”, apuntó Serrano, que tras la matanza viajó a Orlando, donde visitó a varios heridos y acudió a los funerales de algunas víctimas.

Si algo bueno se puede extraer de ese suceso, explicó, es que ha ayudado a que muchos puertorriqueños hagan pública su sexualidad o identidad de género, y muchos otros se solidaricen con la comunidad LGBT.

“Nunca antes habíamos arrancado la parada con tantísima gente. La gente se ha tirado a la calle y se ha desbordado en solidaridad”, dijo a modo de ejemplo minutos antes de que comenzara una marcha que recorrió la Avenida Ashford, una de las más turísticas de Puerto Rico, hasta llegar al Parque del Tercer Milenio, donde como otros años se habilitó una tarima para festejar con música esta 26 edición.

En su opinión, “a veces tiene que ocurrir tragedias como la de Orlando para ‘jamaquear’ las conciencias”, aunque “es absurdo que tengamos que perder 49 vidas para que el ser humano entienda la fragilidad y valía de cada vida. No podemos seguir con este odio irracional contra personas que lo único que hacemos es amar y luchar por nuestra libertad, como todos los demás”.

En cualquier caso, recordó que este año “la comunidad LGBT de Puerto Rico tiene mucho que celebrar: el desfile puertorriqueño de Nueva York se nos dedicó (a este colectivo) y hemos logrado el matrimonio igualitario”, entre otros avances, aunque “aún queda mucho por hacer”.

De la misma opinión se mostró la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, quien reconoció en declaraciones a Efe que en los cuatro años de Gobierno de Alejandro García Padilla “se ha adelantado mucho” en este sentido.

“Debemos seguir luchando para que los niños de hoy puedan vivir en un mundo sin discriminación y donde no se necesiten organizar paradas como esta porque ya todos tienen los mismos derechos”, dijo la alcaldesa, que hoy desvelará el primer monumento a la comunidad LGBT en Puerto Rico.