Proponen que reclusas e hijos sean beneficiados con prisión domiciliaria

Pasar a prisión domiciliaria a aquellas mujeres reclusas que están pagando delitos no graves y que han llegado a prisión por primera vez.

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Foto: Agencia

Ciudad Victoria, Tamps.- Las condiciones que guardan los penales no sólo de Tamaulipas, sino de todo el país son un factor que debe tomarse en cuenta para liberar y pasar a prisión domiciliaria a aquellas mujeres reclusas que están pagando delitos no graves y que han llegado a prisión por primera vez; plantea el Diputado federal Mariano Lara.

Por las condiciones de extrema vulnerabilidad que padecen los hijos de las mujeres reclusas; es necesario que se aterrice la propuesta de ley que está en espera de ser revisada; para que estas paguen su condena en casa, pasando sólo los fines de semana en prisión, cuando la gravedad de los delitos que las llevaron a prisión lo amerite.

Comparte que el deterioro y las malas condiciones de vida en los centros penitenciarios, donde continuamente se violan los derechos humanos, y donde los menores viven hacinados, mal alimentados, con escasa educación, sin espacios adecuados para la recreación, siendo testigos de comportamientos violentos y conductas sexuales inapropiadas, no permiten garantizar su correcto desarrollo.

Por el contrario, estas niñas y niños, enfrentan condiciones que agravan su situación de vulnerabilidad.

“Cuando pensamos en una prisión, nos imaginamos a un adulto dentro de la cárcel, un culpable purgando una pena. Como primera reacción, nunca llega a nuestra mente la cara de un niño.Sin embargo, ser prisioneros sin haber cometido ningún delito es la realidad de miles de niños que viven en las cárceles de nuestro país, cumpliendo una sentencia al lado de sus madres”.

Por lo anterior se busca mejores condiciones de desarrollo físico-emocional de las hijas e hijos de madres reclusas.

La propuesta es incorporar en la Ley de Niños, Niñas y Adolescentes el derecho a que, protegiendo el interés superior de los menores, se apliquen las medidas sustitutivas en las madres reclusas, para que puedan convivir con sus hijos e hijas lejos de ambientes impropios para su desarrollo físico y mental.